Saber cómo piensa un rey no es tarea sencilla, pero en el caso de Carlos III hay un atajo para conocer cómo imagina la sociedad sobre la que reina. El camino hacia esta visión del monarca empieza en la estación de Waterloo en Londres, donde un tren al suroeste de Inglaterra llega a Dorchester, en el condado de Dorset, en dos horas y media. Diez minutos más en autobús y llegas al destino. El lugar parece un homenaje a la arquitectura tradicional inglesa. Edificios y casas de estilo victoriano, georgiano y neoclásico reciben al viajero.
Comentarios
Pues qué quieres que te diga... Tiene más gusto y sentido de urbanismo el rey que cualquiera de todos y cada uno de los constructores y promotores de todo el puto Reino Unido.
Frente a esto, "Poundbury pretende que sus habitantes dependan menos de vehículos. También tiene viviendas sociales asequibles integradas, indistinguibles de propiedades privadas, y ofrece oportunidades para trabajar y zonas para la vida en comunidad", explica Bowerman.
Estas ideas están muy bien pensadas, no son ninguna estupidez.
Le falta un añadido a la derecha a forma de cabina para ser clavadito al Halcón Milenario.
Pues después de leer esto me cae un poco mejor el Ears King