El pontífice no lo tiene claro. El Papa advirtió que la caída de la natalidad «podría llevar a Europa a despedirse de la Historia», y que la continua erosión de los valores supone «una apostasía de sí misma, incluso antes que de Dios».
#1:
"Pero su preocupación principal se refería a los derechos de las personas y los valores. Sin necesidad de mencionar explícitamente el aborto o la eutanasia, el Santo Padre reivindicó «el derecho a la objeción de conciencia» y advirtió que «una comunidad que no respeta la auténtica dignidad del ser humano, olvidando que toda persona ha sido creada a imagen de Dios, termina por no ayudar a nadie». Si al pragmatismo o a la ley del más fuerte en la política «se añaden corrientes laicistas y relativistas, se termina negando a los cristianos el derecho a intervenir como tales en el debate público»."
El supuestamente santo y supuestamente padre nos indica en ésta continuación de su planteamiento político tendente al imperio del catolicismo sobre todos los demás, que la EU es apóstata de su corriente.
Bueno, el auto-excluído es el. Su monarquía teocrática le impide la pertenencia de hecho a la UE, luego no parece que tenga nada que decir respecto de una Unión a la que no pertenece y, lo que es peor, a la que NO PUEDE PERTENECER.
El caso es que la UE es demócrata y no teócrata.
Respecto de los valores de la democracia... Olvida ese señor que la democracia existe en europa desde milenios antes que naciese su dios. Y olvida también que los valores europeos fundamentados están en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Que a todos nos hacen iguales.
Claro que a él le gustaría pensar que nuestros valores se fundamentan en sus diez mandamientos, pero eso no es sino una mentira ausente de rigor y de humanidad, pues niega al que no es católico el derecho a ser.
Busca el imperio de su credo aplastando a todo aquel que no le considere regente de un rey extraterrestre y muerto, imperio regido en base a su doctrina irrevocable que le hace infalible: el no miente, el no se equivoca. Nosotros, todos, le debemos vasallaje.
Este medieval individuo verdaderamente merece no pertenecer a la Unión Europea. No comparte nuestros valores democráticos, el muy subversivo, el muy dictador.
O que se me demuestre con hechos lo contrario, que aquí quedo a la espera de tamaña lumbrera.
"Pero su preocupación principal se refería a los derechos de las personas y los valores. Sin necesidad de mencionar explícitamente el aborto o la eutanasia, el Santo Padre reivindicó «el derecho a la objeción de conciencia» y advirtió que «una comunidad que no respeta la auténtica dignidad del ser humano, olvidando que toda persona ha sido creada a imagen de Dios, termina por no ayudar a nadie». Si al pragmatismo o a la ley del más fuerte en la política «se añaden corrientes laicistas y relativistas, se termina negando a los cristianos el derecho a intervenir como tales en el debate público»."
El supuestamente santo y supuestamente padre nos indica en ésta continuación de su planteamiento político tendente al imperio del catolicismo sobre todos los demás, que la EU es apóstata de su corriente.
Bueno, el auto-excluído es el. Su monarquía teocrática le impide la pertenencia de hecho a la UE, luego no parece que tenga nada que decir respecto de una Unión a la que no pertenece y, lo que es peor, a la que NO PUEDE PERTENECER.
El caso es que la UE es demócrata y no teócrata.
Respecto de los valores de la democracia... Olvida ese señor que la democracia existe en europa desde milenios antes que naciese su dios. Y olvida también que los valores europeos fundamentados están en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Que a todos nos hacen iguales.
Claro que a él le gustaría pensar que nuestros valores se fundamentan en sus diez mandamientos, pero eso no es sino una mentira ausente de rigor y de humanidad, pues niega al que no es católico el derecho a ser.
Busca el imperio de su credo aplastando a todo aquel que no le considere regente de un rey extraterrestre y muerto, imperio regido en base a su doctrina irrevocable que le hace infalible: el no miente, el no se equivoca. Nosotros, todos, le debemos vasallaje.
Este medieval individuo verdaderamente merece no pertenecer a la Unión Europea. No comparte nuestros valores democráticos, el muy subversivo, el muy dictador.
O que se me demuestre con hechos lo contrario, que aquí quedo a la espera de tamaña lumbrera.
O sea, que si nacen menos europeos "autóctonos" se le acaba el negocio, que es lo que realmente va cuesta abajo.
Cuando Jesús el Cristo vuelva, le dirá a Ratzinger lo que le dijo a los sacerdotes judíos.
Ciertamente si ese Ratzinger fomentase los valores occidentales otro gallo le cantaría a su religión, en caída libre con mayor abismo que el que pretende pintar para la UE.
Si Benedicto acatase la moralidad occidental, que escrita está en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, igual dejaría su credo de perder adeptos y vocaciones trepidantemente.
Por otra parte es verdad, jrsanjuan, que el ultraliberalismo teocon está atestando un duro golpe económicamente egoísta al deseable bien común. Sin embargo ese movimiento neocon está fundamentado en la moral cristiana, que lo apoya. De modo que puede concluirse que el mal del catolicismo es el propio catolicismo.
#4 Si repasas mi texto verás que no he aludido en ningún momento a los neocon ni al ultraliberalismo. La dinámica del capitalismo es previa a esas etiquetas. Ni siquiera me he referido a la bondad o maldad del catolicismo, sino a que Ratzinger habla de los efectos más que de las causas. Y eso es eludir la raiz del problema. Como siempre.
Independientemente de que lo diga el Papa y de los motivos que tenga para acentuarlo, lo cierto es que la crisis demográfica europea es gravísima. Lo que no es en absoluto es nueva. Y lo que le falta al Papa es un análisis de las causas, en cuyo origen está un sistema de producción y consumo amoral, que deshumaniza al hombre y fomenta valores falsos, como el hedonismo, el consumismo y el individualismo exacerbado.
Si a eso unimos la carencia de estímulos sociales y económicos a la natalidad, el paro estructural y la fragilización del empleo, el desorbitado coste de la vivienda y la penalización laboral de la maternidad tendremos el cuadro casi completo.
Todo ello ocurre en un contexto en el que los índices macroeconómicos crecen sistemáticamente, la producción aumenta y la mano de obra barata tiene que ser, inevitablemente, inmigrante.
Si Benedicto XVI criticase directamente la amoralidad ciega del capitalismo y la inhibición de los estados estaría realmente poniendo el dedo en la llaga. Él se anda por las ramas, que es lo que siempre hace la Iglesia.
Comentarios
"Pero su preocupación principal se refería a los derechos de las personas y los valores. Sin necesidad de mencionar explícitamente el aborto o la eutanasia, el Santo Padre reivindicó «el derecho a la objeción de conciencia» y advirtió que «una comunidad que no respeta la auténtica dignidad del ser humano, olvidando que toda persona ha sido creada a imagen de Dios, termina por no ayudar a nadie». Si al pragmatismo o a la ley del más fuerte en la política «se añaden corrientes laicistas y relativistas, se termina negando a los cristianos el derecho a intervenir como tales en el debate público»."
El supuestamente santo y supuestamente padre nos indica en ésta continuación de su planteamiento político tendente al imperio del catolicismo sobre todos los demás, que la EU es apóstata de su corriente.
Bueno, el auto-excluído es el. Su monarquía teocrática le impide la pertenencia de hecho a la UE, luego no parece que tenga nada que decir respecto de una Unión a la que no pertenece y, lo que es peor, a la que NO PUEDE PERTENECER.
El caso es que la UE es demócrata y no teócrata.
Respecto de los valores de la democracia... Olvida ese señor que la democracia existe en europa desde milenios antes que naciese su dios. Y olvida también que los valores europeos fundamentados están en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Que a todos nos hacen iguales.
Claro que a él le gustaría pensar que nuestros valores se fundamentan en sus diez mandamientos, pero eso no es sino una mentira ausente de rigor y de humanidad, pues niega al que no es católico el derecho a ser.
Busca el imperio de su credo aplastando a todo aquel que no le considere regente de un rey extraterrestre y muerto, imperio regido en base a su doctrina irrevocable que le hace infalible: el no miente, el no se equivoca. Nosotros, todos, le debemos vasallaje.
Este medieval individuo verdaderamente merece no pertenecer a la Unión Europea. No comparte nuestros valores democráticos, el muy subversivo, el muy dictador.
O que se me demuestre con hechos lo contrario, que aquí quedo a la espera de tamaña lumbrera.
O sea, que si nacen menos europeos "autóctonos" se le acaba el negocio, que es lo que realmente va cuesta abajo.
Cuando Jesús el Cristo vuelva, le dirá a Ratzinger lo que le dijo a los sacerdotes judíos.
la natalidad más que nada afecta a la iglesia. A este ritmo no tendrán ni monaguillos
¡Si al menos permitiera que los sacerdotes se casaran, dado que no van a utilizar anticonceptivos!...
#8 ... y luego les dará un abrazo, pues ama el perdón.
Ciertamente si ese Ratzinger fomentase los valores occidentales otro gallo le cantaría a su religión, en caída libre con mayor abismo que el que pretende pintar para la UE.
Si Benedicto acatase la moralidad occidental, que escrita está en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, igual dejaría su credo de perder adeptos y vocaciones trepidantemente.
Por otra parte es verdad, jrsanjuan, que el ultraliberalismo teocon está atestando un duro golpe económicamente egoísta al deseable bien común. Sin embargo ese movimiento neocon está fundamentado en la moral cristiana, que lo apoya. De modo que puede concluirse que el mal del catolicismo es el propio catolicismo.
#6 Si repasas el mío, verás que yo si que pongo el movimiento teocón en el ojo del problema.
Y es por considerar un verdadero problema subvertir la democracia mediante la inyección de bases teocráticas en su seno.
#4 Si repasas mi texto verás que no he aludido en ningún momento a los neocon ni al ultraliberalismo. La dinámica del capitalismo es previa a esas etiquetas. Ni siquiera me he referido a la bondad o maldad del catolicismo, sino a que Ratzinger habla de los efectos más que de las causas. Y eso es eludir la raiz del problema. Como siempre.
Me parece que este hombre está demasiado mayor.
Independientemente de que lo diga el Papa y de los motivos que tenga para acentuarlo, lo cierto es que la crisis demográfica europea es gravísima. Lo que no es en absoluto es nueva. Y lo que le falta al Papa es un análisis de las causas, en cuyo origen está un sistema de producción y consumo amoral, que deshumaniza al hombre y fomenta valores falsos, como el hedonismo, el consumismo y el individualismo exacerbado.
Si a eso unimos la carencia de estímulos sociales y económicos a la natalidad, el paro estructural y la fragilización del empleo, el desorbitado coste de la vivienda y la penalización laboral de la maternidad tendremos el cuadro casi completo.
Todo ello ocurre en un contexto en el que los índices macroeconómicos crecen sistemáticamente, la producción aumenta y la mano de obra barata tiene que ser, inevitablemente, inmigrante.
Si Benedicto XVI criticase directamente la amoralidad ciega del capitalismo y la inhibición de los estados estaría realmente poniendo el dedo en la llaga. Él se anda por las ramas, que es lo que siempre hace la Iglesia.