Los actos de protesta contra la construcción de una mezquita en la ciudad alemana de Leipzig alcanzaron anoche un lamentable clímax, cuando un grupo de desconocidos, además de quemar varios contenedores de basura, empalaron cinco cabezas de cerdo que dejaron abandonadas en medio de grandes charcos de sangre en el solar. Y allí, en la calle Georg-Schumann, fue donde las encontraron los bomberos que acudían a apagar el fuego.
Un buen radical debe mantener siempre disponibles unas cuantas cabezas de cerdo empaladas en su despensa por si hubiera la ocasión de usarlas. Nunca se sabe.
De hecho se realizó una propuesta de llevar siempre cerdo en los aviones, así, si un terrorista suicida lo hacía estallar, sabría que no iría al cielo... como modo de disuasión es, cuando menos, curioso.
Comentarios
Un buen radical debe mantener siempre disponibles unas cuantas cabezas de cerdo empaladas en su despensa por si hubiera la ocasión de usarlas. Nunca se sabe.
#1 el problema es entrar en las cortes y cortarlas
De hecho se realizó una propuesta de llevar siempre cerdo en los aviones, así, si un terrorista suicida lo hacía estallar, sabría que no iría al cielo... como modo de disuasión es, cuando menos, curioso.
Eso eso.. con esto seguro que aprenden a no seguir su fé y se convertirán automáticamente en...
Espera... No.