Publicado hace 10 años por ClaudioVosco a amodelcastillo.blogspot.com.es

Hacia finales del siglo XIII, con la aparición de los yelmos cerrados que cubrían completamente la cabeza y el rostro de los combatientes, se hizo necesario un método para identificarse unos a otros, que no era plan de apiolar al cuñado y tener luego que darle explicaciones a la parienta para convencerla de que no lo odiaba, sino que simplemente lo había confundido con un enemigo.

Comentarios

Abeel

Dejame tu cimera que no me dejan entrar a ese espectáculo de trovadores, que soy menor.

D

Se ve que los caballeros de la edad media no sabían hablar

e

#3 los agents provocateurs deberían ponerse un casco con encimera de esos

D

#3 En aquella época habría gente que se dedicaría a fabricar cimeras falsas como hoy día te hacen un DNI falso

M

#5 En el fragor de una batalla correrías el riesgo de resultar apiolado por tus propios compañeros ¿Prefieres que te aseste el golpe de gracia el enemigo o los tuyos?

D

#3 acuchillarte no, apiolarte, como dice el amo del castillo.

D

#2 Como que te iban a oír en mitad del fragor de una batalla y con un yelmo de esos puesto.

Calomar

Me ha recordado a los caballeros del zodiaco

amanecequenoespoco

cimera, creo que en catalán es cumbre.

aestribor

Yo lo he vivido en el paintball: anda que no es fácil hinchar de pintura a uno de tu equipo; todos con la misma ropa pero sólo con algún distintivo diferente. A la próxima sugeriré lo de ponernos unos cuernos de reno en el casco jaja.

allan.fine

Un caso parecido es el sistema "friend or foe" para los vehiculos militares de guerra