Amargo, de las endivias. Dulce como la miel. Ácido como el limón, o salado como la mar. Y…¿Ya? Pues no. Poseer el sentido del gusto es ventajoso por muchas razones. Las plantas producen en distintas cantidades sustancias nocivas como los alcaloides, que tienen gusto amargo. La capacidad de detectar la acidez ayuda a evitar la ingestión de ácidos que podrían tener un efecto corrosivo sobre las paredes del tubo digestivo o alterar el metabolismo del medio interno, como ocurre con la sobredosis de aspirina.
Comentarios
#0 "la mar"... Cuando el mar está utilizado como un elemento nominal el pronombre es "El".
¿A que saben las flores?
Pues no sabes lo que te pierdes... detectar el ajinomoto es lo más!
Para mi solo existen dos tipos: sabe bien o sabe mal
Bueno, pues a mi me parece curiosos. Al parecer ese sabor se encuentra en el Jamon Serrano, olé!