Hace 15 años | Por calyter a milenio.com
Publicado hace 15 años por calyter a milenio.com

El hombre que arrojó sus zapatos al entonces presidente George W. Bush generó un aluvión de bromas, sátira política y manifestaciones en el mundo árabe. A esto se ha sumado ahora una obra de arte. La estatua de un zapato, del tamaño de un sofá, fue develada formalmente en el pueblo natal del depuesto dictador Saddam Hussein.

Comentarios

Ripio
Romarin
D

#2: Lo mismo da que da lo mismo.