Hace 16 años | Por joseangelf a abc.es
Publicado hace 16 años por joseangelf a abc.es

Si la palabras son simples ¿por qué hacerlas complicadas?

Comentarios

D

Granizo, nieve, agua-nieve, ... al fin y al cabo es agua pero de distinta forma.

D

¿A qué huelen los: estratos | nimbos | meteoros | celajes | cirros | cúmulos | nubarrones | ... | nubes?

Anonymoos

¿Por qué dicen "ves a abrir la puerta" cuando quieren decir "ve/vete a abrir la puerta"?

D

¿Por qué utilizamos sinónimos para evitar repetirnos y decir los mismos sustantivos una y otra vez?

drjackZon

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué, Señor Anderson...? ¿Por qué?

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¿Por que alguien puede perder el tiempo leyendo un artículo con ese titulo?
¿Por que?
¿Por que perdí el tiempo escribiendo esto?
¿Por que?
¿Por que voy a responder? ... No se... Pero creo que la gente lo hace porque el 'resto de la gente' no pierde el tiempo yendo a ver las definiciones correctas para decir si algo es un pleonasmo, una redundancia o simplemente un grupo de palabras pomposas.
Por eso. Porque a nadie le importa nada y nadie se queja de esas cosas y se limitan a decir: -Haaaa, voy a leer el artículo que parece interesante.-
Y lo ponen en cultura... que mal...

Skanda

Creo que tratan de darle pomposidad al lenguaje, para dar la apariencia de más contenido o rigor en la noticia de lo que realmente hay. Estas técnicas se usan también mucho por los políticos, ya sea usar perífrasis o palabras artificialmente largas. Pongo unos ejemplos: en lugar de aplicar un método, los políticos establecen una metodología (¿veis?, palabra más larga y pomposa para aparentar más). Donde la gente sencilla dicen ejercer, ellos pronuncian ejercitar. Si nosotros hablamos de completar, ellos se refieren a complementar. Los unos cumplimos y ellos cumplimentan. Nosotros hablamos de señalar un asunto y ellos lo señalizan. Si nosotros hablamos del clima, ellos se refieren a la climatología. Un ciudadano analiza los problemas, pero los políticos examinan la problemática. Si cualquiera tiene una intención, ellos muestran una intencionalidad. Si nosotros buscamos un fin, ellos van en pos de una finalidad. Si nosotros cumplimos una obligación, ellos plantean la obligatoriedad. Si nosotros seguimos las normas, ellos aprueban la normatividad y defienden la normativa. Si nosotros lamentamos los accidentes, ellos ofrecen los datos de la accidentalidad o la siniestralidad. Si nosotros concretamos, los administradores de la sociedad concretizan; si nosotros deseamos aclarar, los políticos buscan esclarecerlo. En lugar de potencia, hablan de potencialidad; en lugar de necesidad, de necesariedad; en vez de culpar, culpabilizar; contabilizar y no contar, rumorología y no rumores. Nosotros buscamos tener crédito, y ellos quieren disfrutar de credibilidad. Si nosotros decimos todos, ellos dicen la totalidad. Y así sucesivamente: en lugar de peligro, peligrosidad; en lugar de disfunción, disfuncionalidad; en lugar de límites, limitaciones; en lugar de influir, influenciar; en vez de emoción, emotividad; en lugar de distinto, diferenciado, y en el puesto de regulación ellos colocan regularización. Si nosotros nos referimos al uso, ellos hablan de utilización. Y si nosotros vemos un exceso, ellos aprecian un sobredimensionamiento. Nosotros generalmente sufrimos una gripe. Pero cualquier persona importante, o cualquier deportista destacado, lo que sufre es un proceso gripal.

Ejemplos sacados del libro "La seducción de las palabras", de Álex Grijelmo, publicado en el año 2000.