Carmen Álvarez, una gijonesa de 39 años, nunca sospechó, ni por asomo, que su iniciativa empresarial en Cimadevilla se acabaría convirtiendo en una tortura personal y profesional. Hace solo cinco meses, esta mujer, casada, bióloga y madre de un niño de corta edad, decidió hacerle frente al paro. Con la ayuda de su madre, pensionista, dio un paso importante e invirtió doce mil euros en dos máquinas expendedoras de autoventa de bebidas y chucherías. Llevan seis semanas seguidas destrozándole su negocio, ubicado en Cimadevilla.
Comentarios
#5 Eres capaz de entender que algunas personas viven de su trabajo. Y si alguien le roba los beneficios o le destroza los medios con los que los consigue. Esas personas puede que no coman. Y no comer significa morir. ¿O esto no te lo da?
Y puedes contarme que puede ir a caritas, a una ONG o a los servicios sociales. Que no es lo mismo. Si uno no puede ejercer un trabajo honrado dignamente en este pais algo pasa. Y si la policía y la justicia no hacen nada, pasa algo peor aun.
Ella aun no ha matado a nadie y dudo mucho que lo haga. Que tu quieras utilizar un argumento que ella utilizo muy posiblemente de forma inadecuada, no elimina el problema inicial, que es que no puede ejercer su trabajo.
Viendo las opiniones vertidas en ése hilo (ladron-de-latas), parece que a la gente en general le parece bien el "pequeño hurto"...
#5 2. A esta mujer, si le destrozan 2 maquinas, la matan.
que alguien le quite la licencia de armas cuanto antes a esa irresponsable.
#1 Si la policía no hace nada, y sus propiedades, inversión y beneficios se ven comprometidos.
¿Que debe hacer según tu opinión? Por que supongo que ella y su niño comerán, si no venden y aparte deben pagar reparaciones me da que no comen.
Ojo que no estoy defendiendo que se lie a postazos por medio de Cimadevilla. Solo estoy preguntando que harías.
#2 #3 cuántas máquinas destrozadas equivalen a una vida humana?
#1 Tiene derecho a defender su vida. Los delincuentes que le destrozan la maquina quieren matarla de hambre.