#5:
#1 Eso sí, imposibles de repetir porque me los voy inventando sobre la marcha. Lo mismo me pasa a mí, que muchas veces me pide mi hijo el cuento del día anterior y no recuerdo nombres o situaciones y él me los va "soplando". Al final parece que sea mi hijo el que me cuente la historia a mí
#1:
Mucho me temo que pocos padres serían capaces de salir airosos. Y puedo afirmar orgullosa que soy buena cuentacuentos infantil, que a mi sobrina se los cuento todas las noches y la cría me los exige porque dice que son "Guays". Eso sí, imposibles de repetir porque me los voy inventando sobre la marcha
#24:
Yo tengo un recuerdo que aportar de cuando era niño: Mis padres me compraban en el mercadillo de los sábados casettes de cuentos. ¡Cuantas tardes pasadas oyendo cuentos en aquel viejo aparato de casette "mono"! (Tampoco soy tan viejo, no os penseis).
#1 Eso sí, imposibles de repetir porque me los voy inventando sobre la marcha. Lo mismo me pasa a mí, que muchas veces me pide mi hijo el cuento del día anterior y no recuerdo nombres o situaciones y él me los va "soplando". Al final parece que sea mi hijo el que me cuente la historia a mí
Mucho me temo que pocos padres serían capaces de salir airosos. Y puedo afirmar orgullosa que soy buena cuentacuentos infantil, que a mi sobrina se los cuento todas las noches y la cría me los exige porque dice que son "Guays". Eso sí, imposibles de repetir porque me los voy inventando sobre la marcha
Yo tengo un recuerdo que aportar de cuando era niño: Mis padres me compraban en el mercadillo de los sábados casettes de cuentos. ¡Cuantas tardes pasadas oyendo cuentos en aquel viejo aparato de casette "mono"! (Tampoco soy tan viejo, no os penseis).
Lo encuentro triste, aunque sea un viñeta, que unos niños pidan eso a sus padres. No hay nada que te haga sentir mejor que estar contando o jugando con tus hijos a la hora de dormirse y que se estén riendo.
A mí no me los contaban. Me daban el libro y yo leía en voz alta a mi madre ^__________^ El primer cuento que recuerdo es "El Gato con Botas" y creo que por aquel entonces tenía cuatro o cinco años.
Aunque dudo que haya muchos padres, bien por desinterés o por cansancio, que estuviesen dispuestos a sacrificar 15-30 minutitos cada día para contarles un cuento (o hablar) a sus hijos.
Al final parece que hemos olvidado los pequeños detalles. Suerte que no somos todos y algunos aún valoramos el placer de dedicar unos minutos a hacer lo posible para hacer la infancia más feliz a un niño. #1 y #6 gracias por mantener el gusto por las cosas simples, las más felices.
Qué pena que no sea cierta la revolución esta.
Podemos pasar de poner decodificadores para la TDT y pasar de ella. De momento es lo que voy a hacer, cuando me la apaguen, a ver cuánto aguantamos.
#5 Tu hijo es tal cual mi sobrina entonces
Suelo usar cosas que nos han pasado por el día en plan "a ver si pillas la moraleja" . Ya he tomado tres-cuatro nombres que he dejado fijos porque era imposible seguir entonces...
Es lo que pasa hoy en día. Luego los hijos son unos desconocidos para los padres, los cuales no saben qué hacen por ahí, cuales son sus gustos, ni nada. Luego, cuando se metan en problemas echarán las culpas al sistema educativo, las pelis, internet, videoconsolas...
Y que nadie me diga que no está relacionado, porque lo está y mucho. Yo no quiero que alguna gente me cuente cuentos, que ya tengo pelos en los cojones.
Tengo familiares que reconocen sin ningún pudor que ponen al niño delante de la tele el tiempo que haga falta con tal de que no "les molesten"; y encima dice: "es que es la única manera de que se esté quieto" y claro, y yo pienso, "lo que pasa es que es lo más cómodo para tí", pero cualquiera dice algo.
Luego tambien se está poniendo de moda las tft en los coches, ideal para tener a los churumbeles alelaos durante todo el viaje; yo cuando era pequeño no tenía nada de eso y no daba el coñazo a mis padres ¿sería la educación?....
¿Y un término medio?
Después de toda la semana trabajando, ocupándote de ellos, llevándoles al colegio, actividades, cocinando, lavando, etc. Llega el fin de semana, te los llevas a la montaña, vas con ellos inventando aventuras e historias fantásticas, pateas durante todo el día, haces lo que ellos quieren y a la vuelta, te subes en el coche y los enchufas a la nintendo y a la psp para que te dejen hablar un ratito con tu pareja ¿es mucho delito?
Mi hija no transige irse a la cama sin que le contemos un cuento. Y si son dos, mejor. Cuando se aburre de viaje o por la calle, siempre pide un cuento. Vamos a la biblioteca y podemos estar horas leyendo todo lo que pilla a su alcance. A veces es agotador, pero, a la larga, desarrolla su imaginación, su capacidad de comprensión y expresión y el gusto por una actividad intelectual, sosegada, edificante y enriquecedora.
Si se trata de colocar la estructura de su cabecita para que ella pueda después llenarla adecuadamente, los cuentos (y la lectura, cuando sepa leer) son una herramienta sensacional.
Comentarios
#1 Eso sí, imposibles de repetir porque me los voy inventando sobre la marcha. Lo mismo me pasa a mí, que muchas veces me pide mi hijo el cuento del día anterior y no recuerdo nombres o situaciones y él me los va "soplando". Al final parece que sea mi hijo el que me cuente la historia a mí
Mucho me temo que pocos padres serían capaces de salir airosos. Y puedo afirmar orgullosa que soy buena cuentacuentos infantil, que a mi sobrina se los cuento todas las noches y la cría me los exige porque dice que son "Guays". Eso sí, imposibles de repetir porque me los voy inventando sobre la marcha
Desequilibros genial, como siempre.
Yo tengo un recuerdo que aportar de cuando era niño: Mis padres me compraban en el mercadillo de los sábados casettes de cuentos. ¡Cuantas tardes pasadas oyendo cuentos en aquel viejo aparato de casette "mono"! (Tampoco soy tan viejo, no os penseis).
Pues manos a la obra:
http://abru5-6.blogspot.com/2009/04/gazpacho-de-cuentos-por-maria-del-mar-y.html
Espero que les gusten.
#5 y #6 yo era como vuestro hijo/sobrina.. aún me lo recuerdan!
Lo encuentro triste, aunque sea un viñeta, que unos niños pidan eso a sus padres. No hay nada que te haga sentir mejor que estar contando o jugando con tus hijos a la hora de dormirse y que se estén riendo.
mi hermana quitó la tele de su casa en cuanto tuvo familia, y vistos los resultados, dos sobrinos encantadores, fue lo mejor que pudo hacer.
A mí no me los contaban. Me daban el libro y yo leía en voz alta a mi madre ^__________^ El primer cuento que recuerdo es "El Gato con Botas" y creo que por aquel entonces tenía cuatro o cinco años.
Aunque dudo que haya muchos padres, bien por desinterés o por cansancio, que estuviesen dispuestos a sacrificar 15-30 minutitos cada día para contarles un cuento (o hablar) a sus hijos.
Al final parece que hemos olvidado los pequeños detalles. Suerte que no somos todos y algunos aún valoramos el placer de dedicar unos minutos a hacer lo posible para hacer la infancia más feliz a un niño. #1 y #6 gracias por mantener el gusto por las cosas simples, las más felices.
leer mucho mejor que cualquier cosa!!!
Qué pena que no sea cierta la revolución esta.
Podemos pasar de poner decodificadores para la TDT y pasar de ella. De momento es lo que voy a hacer, cuando me la apaguen, a ver cuánto aguantamos.
#5 Tu hijo es tal cual mi sobrina entonces
Suelo usar cosas que nos han pasado por el día en plan "a ver si pillas la moraleja" . Ya he tomado tres-cuatro nombres que he dejado fijos porque era imposible seguir entonces...
A mi lo que me parece triste es ver como los padres le dan la nintendo a los niños para quitarselos de encima y que no molesten.
¿Por qué tienen niños si no saben jugar con ellos? Ni que decir de la educación
Es lo que pasa hoy en día. Luego los hijos son unos desconocidos para los padres, los cuales no saben qué hacen por ahí, cuales son sus gustos, ni nada. Luego, cuando se metan en problemas echarán las culpas al sistema educativo, las pelis, internet, videoconsolas...
Demasiado bonito para ser cierto.
Por cierto, al titular le falta un 'Forges GCS'
#10 Simplemente con recordar sus caras cuando les estás contando ese cuento, ya merece la pena decidirte a "perder" esos minutos en hacerlo.
Que hacemos con los Ordenadores, los tiramos también?
Que pongan las noticias, y ya verán lo que son cuentos. Sobre todo cuando salgan las dclaraciones de cualquier político.
#5 y #6 A ver si vais a ser familia
#3: La Crisis. GCS...
(ya puestos...)
http://www.elpais.com/vineta/?d_date=20090408&autor=&anchor=elpporopivin&xref=20090408elpepivin_1&type=Tes&k=
Y que nadie me diga que no está relacionado, porque lo está y mucho. Yo no quiero que alguna gente me cuente cuentos, que ya tengo pelos en los cojones.
Tengo familiares que reconocen sin ningún pudor que ponen al niño delante de la tele el tiempo que haga falta con tal de que no "les molesten"; y encima dice: "es que es la única manera de que se esté quieto" y claro, y yo pienso, "lo que pasa es que es lo más cómodo para tí", pero cualquiera dice algo.
Luego tambien se está poniendo de moda las tft en los coches, ideal para tener a los churumbeles alelaos durante todo el viaje; yo cuando era pequeño no tenía nada de eso y no daba el coñazo a mis padres ¿sería la educación?....
¿Y un término medio?
Después de toda la semana trabajando, ocupándote de ellos, llevándoles al colegio, actividades, cocinando, lavando, etc. Llega el fin de semana, te los llevas a la montaña, vas con ellos inventando aventuras e historias fantásticas, pateas durante todo el día, haces lo que ellos quieren y a la vuelta, te subes en el coche y los enchufas a la nintendo y a la psp para que te dejen hablar un ratito con tu pareja ¿es mucho delito?
Mi hija no transige irse a la cama sin que le contemos un cuento. Y si son dos, mejor. Cuando se aburre de viaje o por la calle, siempre pide un cuento. Vamos a la biblioteca y podemos estar horas leyendo todo lo que pilla a su alcance. A veces es agotador, pero, a la larga, desarrolla su imaginación, su capacidad de comprensión y expresión y el gusto por una actividad intelectual, sosegada, edificante y enriquecedora.
Si se trata de colocar la estructura de su cabecita para que ella pueda después llenarla adecuadamente, los cuentos (y la lectura, cuando sepa leer) son una herramienta sensacional.