Cortometraje-reflexión, en donde la protagonista es una mosca que acaba de nacer y se entera que sólo tiene un minuto de vida; ella va a emplear todo su tiempo en cumplir varias tareas que tiene en una lista.
#15:
El siguiente texto es un extracto del libro El Segador y su autor es Terry Pratchett.
Las criaturas de vida más corta de todo el Mundodisco son las cachipollas efímeras, que apenas duran veinticuatro horas.
Dos de las más viejas zigzagueaban sin rumbo fijo sobre las aguas de un arroyo de truchas discutiendo acerca de historia con algunos de los miembros más jóvenes de la nidada vespertina.
—En estos tiempos, el sol ya no es el que era —dijo una de ellas.
—En eso no te falta razón. Antes sí que había un sol como debe ser. Era todo amarillo. No como esa cosa roja.
—Y también estaba más alto.
—Es verdad, tienes razón.
—Y las ninfas y las larvas te mostraban un poco de respeto.
—Muy cierto, muy cierto —asintió la otra cachipolla efímera con vehemencia.
Las cachipollas más jóvenes escuchaban con educación.
—Recuerdo —prosiguió una de las moscas viejas— cuando todo lo que abarcaba la vista eran praderas.
Las cachipollas jóvenes miraron a su alrededor.
—Siguen siendo praderas —aventuró una de ellas tras un cortés intervalo.
—Recuerdo cuando eran praderas mejores —replicó bruscamente la vieja.
—Sí —asintió su colega—. Y también había una vaca.
—¡Es verdad! ¡Es verdad! ¡Me acuerdo de esa vaca! Estuvo justo allí durante..., oh, durante cuarenta o cincuenta minutos. La recuerdo bien, era marrón.
—Ya no hay vacas así en estas horas.
—Ya no hay siquiera vacas.
—¿Qué es una vaca? —preguntó una de las jovencitas.
—¿Lo ves? —replicó la cachipolla vieja en tono triunfal—. Así son las moscas modernas. —Hizo una pausa—. ¿Qué estábamos haciendo antes de empezar a hablar sobre el sol?
—Zigzaguear sin rumbo fijo sobre las aguas —dijo una de las moscas jóvenes.
No estaba del todo segura, pero era una suposición con visos de probabilidad.
—No, antes de eso.
—Eh..., nos estabas hablando sobre La Gran Trucha.
—Ah, sí. Eso. La Gran Trucha. Bueno, veréis, si has sido una buena cachipolla efímera, si has revoloteado bien arriba y abajo...
—... prestando atención a los ancianos, que saben más que tú...
—... si, prestando atención a los ancianos, que saben más que tú, entonces, al final, la Gran Trucha...
Clop.
Clop.
—¿Sí? —inquirió una de las moscas más jóvenes.
No recibió respuesta.
—¿Qué pasa con La Gran Trucha? —quiso saber otra mosca, nerviosa.
Contemplaron la larga serie de anillos concéntricos que se expandían en el agua.
—¡El signo sagrado! —exclamó una cachipolla—. ¡Recuerdo que me hablaron de eso! ¡Un Gran Círculo en el agua! ¡Ése será el signo de La Gran Trucha!
La más vieja de las cachipollas jóvenes contempló el agua, pensativa. Empezaba a darse cuenta de que, al ser la mosca de más edad entre las presentes, le correspondía el "privilegio" de revolotear más cerca de la superficie.
—Se dice —empezó la cachipolla que volaba en la parte superior de la zigzagueante multitud— que, cuando La Gran Trucha viene a buscarte, vas a una tierra donde abunda..., abunda... —Las cachipollas efimeras no comen. No sabía cómo seguir—. Donde abunda el agua —terminó como pudo.
—Debe de ser verdad —asintió la mosca más vieja.
—Pues allí se debe de estar muy bien —siguió la joven.
—¿Sí? ¿Por qué?
—Porque nadie ha querido volver aquí.
#5:
#4 ¿De qué religión? Si te haces de la equivocada, quizás lo único que consigas es enfurecer a dios
#16:
#7 Al principio de todo estaría en una guardería. A los 6 años empezaría estudiar y a los 23 estaría trabajando. A los 75 me jubilaría y a los 80 me preguntaría ¿pero qué coño he hecho con mi vida?
El siguiente texto es un extracto del libro El Segador y su autor es Terry Pratchett.
Las criaturas de vida más corta de todo el Mundodisco son las cachipollas efímeras, que apenas duran veinticuatro horas.
Dos de las más viejas zigzagueaban sin rumbo fijo sobre las aguas de un arroyo de truchas discutiendo acerca de historia con algunos de los miembros más jóvenes de la nidada vespertina.
—En estos tiempos, el sol ya no es el que era —dijo una de ellas.
—En eso no te falta razón. Antes sí que había un sol como debe ser. Era todo amarillo. No como esa cosa roja.
—Y también estaba más alto.
—Es verdad, tienes razón.
—Y las ninfas y las larvas te mostraban un poco de respeto.
—Muy cierto, muy cierto —asintió la otra cachipolla efímera con vehemencia.
Las cachipollas más jóvenes escuchaban con educación.
—Recuerdo —prosiguió una de las moscas viejas— cuando todo lo que abarcaba la vista eran praderas.
Las cachipollas jóvenes miraron a su alrededor.
—Siguen siendo praderas —aventuró una de ellas tras un cortés intervalo.
—Recuerdo cuando eran praderas mejores —replicó bruscamente la vieja.
—Sí —asintió su colega—. Y también había una vaca.
—¡Es verdad! ¡Es verdad! ¡Me acuerdo de esa vaca! Estuvo justo allí durante..., oh, durante cuarenta o cincuenta minutos. La recuerdo bien, era marrón.
—Ya no hay vacas así en estas horas.
—Ya no hay siquiera vacas.
—¿Qué es una vaca? —preguntó una de las jovencitas.
—¿Lo ves? —replicó la cachipolla vieja en tono triunfal—. Así son las moscas modernas. —Hizo una pausa—. ¿Qué estábamos haciendo antes de empezar a hablar sobre el sol?
—Zigzaguear sin rumbo fijo sobre las aguas —dijo una de las moscas jóvenes.
No estaba del todo segura, pero era una suposición con visos de probabilidad.
—No, antes de eso.
—Eh..., nos estabas hablando sobre La Gran Trucha.
—Ah, sí. Eso. La Gran Trucha. Bueno, veréis, si has sido una buena cachipolla efímera, si has revoloteado bien arriba y abajo...
—... prestando atención a los ancianos, que saben más que tú...
—... si, prestando atención a los ancianos, que saben más que tú, entonces, al final, la Gran Trucha...
Clop.
Clop.
—¿Sí? —inquirió una de las moscas más jóvenes.
No recibió respuesta.
—¿Qué pasa con La Gran Trucha? —quiso saber otra mosca, nerviosa.
Contemplaron la larga serie de anillos concéntricos que se expandían en el agua.
—¡El signo sagrado! —exclamó una cachipolla—. ¡Recuerdo que me hablaron de eso! ¡Un Gran Círculo en el agua! ¡Ése será el signo de La Gran Trucha!
La más vieja de las cachipollas jóvenes contempló el agua, pensativa. Empezaba a darse cuenta de que, al ser la mosca de más edad entre las presentes, le correspondía el "privilegio" de revolotear más cerca de la superficie.
—Se dice —empezó la cachipolla que volaba en la parte superior de la zigzagueante multitud— que, cuando La Gran Trucha viene a buscarte, vas a una tierra donde abunda..., abunda... —Las cachipollas efimeras no comen. No sabía cómo seguir—. Donde abunda el agua —terminó como pudo.
—Debe de ser verdad —asintió la mosca más vieja.
—Pues allí se debe de estar muy bien —siguió la joven.
—¿Sí? ¿Por qué?
—Porque nadie ha querido volver aquí.
#7 Al principio de todo estaría en una guardería. A los 6 años empezaría estudiar y a los 23 estaría trabajando. A los 75 me jubilaría y a los 80 me preguntaría ¿pero qué coño he hecho con mi vida?
Yo cogería mi guitarra eléctrica y me pondría a tocar y cantar a todo volumen mi canción favorita sin pensar en los vecinos. Hay que morir haciendo lo que te gusta, cohone!
#11 stasi...cuerpo de policía secreta de la RDA , que se dedicaba a espiar a la mitad de su población y a torturar a quienes no fueran afines al régimen de dicho estado...
Rectifico lo del comentario #13 les regalaría chucherias a los políticos y les diria como lo valoran todos los ciudadanos, que están haciendo muy bien todo y que son geniales, que sigan así
Comentarios
El siguiente texto es un extracto del libro El Segador y su autor es Terry Pratchett.
Las criaturas de vida más corta de todo el Mundodisco son las cachipollas efímeras, que apenas duran veinticuatro horas.
Dos de las más viejas zigzagueaban sin rumbo fijo sobre las aguas de un arroyo de truchas discutiendo acerca de historia con algunos de los miembros más jóvenes de la nidada vespertina.
—En estos tiempos, el sol ya no es el que era —dijo una de ellas.
—En eso no te falta razón. Antes sí que había un sol como debe ser. Era todo amarillo. No como esa cosa roja.
—Y también estaba más alto.
—Es verdad, tienes razón.
—Y las ninfas y las larvas te mostraban un poco de respeto.
—Muy cierto, muy cierto —asintió la otra cachipolla efímera con vehemencia.
Las cachipollas más jóvenes escuchaban con educación.
—Recuerdo —prosiguió una de las moscas viejas— cuando todo lo que abarcaba la vista eran praderas.
Las cachipollas jóvenes miraron a su alrededor.
—Siguen siendo praderas —aventuró una de ellas tras un cortés intervalo.
—Recuerdo cuando eran praderas mejores —replicó bruscamente la vieja.
—Sí —asintió su colega—. Y también había una vaca.
—¡Es verdad! ¡Es verdad! ¡Me acuerdo de esa vaca! Estuvo justo allí durante..., oh, durante cuarenta o cincuenta minutos. La recuerdo bien, era marrón.
—Ya no hay vacas así en estas horas.
—Ya no hay siquiera vacas.
—¿Qué es una vaca? —preguntó una de las jovencitas.
—¿Lo ves? —replicó la cachipolla vieja en tono triunfal—. Así son las moscas modernas. —Hizo una pausa—. ¿Qué estábamos haciendo antes de empezar a hablar sobre el sol?
—Zigzaguear sin rumbo fijo sobre las aguas —dijo una de las moscas jóvenes.
No estaba del todo segura, pero era una suposición con visos de probabilidad.
—No, antes de eso.
—Eh..., nos estabas hablando sobre La Gran Trucha.
—Ah, sí. Eso. La Gran Trucha. Bueno, veréis, si has sido una buena cachipolla efímera, si has revoloteado bien arriba y abajo...
—... prestando atención a los ancianos, que saben más que tú...
—... si, prestando atención a los ancianos, que saben más que tú, entonces, al final, la Gran Trucha...
Clop.
Clop.
—¿Sí? —inquirió una de las moscas más jóvenes.
No recibió respuesta.
—¿Qué pasa con La Gran Trucha? —quiso saber otra mosca, nerviosa.
Contemplaron la larga serie de anillos concéntricos que se expandían en el agua.
—¡El signo sagrado! —exclamó una cachipolla—. ¡Recuerdo que me hablaron de eso! ¡Un Gran Círculo en el agua! ¡Ése será el signo de La Gran Trucha!
La más vieja de las cachipollas jóvenes contempló el agua, pensativa. Empezaba a darse cuenta de que, al ser la mosca de más edad entre las presentes, le correspondía el "privilegio" de revolotear más cerca de la superficie.
—Se dice —empezó la cachipolla que volaba en la parte superior de la zigzagueante multitud— que, cuando La Gran Trucha viene a buscarte, vas a una tierra donde abunda..., abunda... —Las cachipollas efimeras no comen. No sabía cómo seguir—. Donde abunda el agua —terminó como pudo.
—Debe de ser verdad —asintió la mosca más vieja.
—Pues allí se debe de estar muy bien —siguió la joven.
—¿Sí? ¿Por qué?
—Porque nadie ha querido volver aquí.
#15 Terry Genial Como Siempre Pratchett .
¿Qué harías con 80 años de vida?
#7 Al principio de todo estaría en una guardería. A los 6 años empezaría estudiar y a los 23 estaría trabajando. A los 75 me jubilaría y a los 80 me preguntaría ¿pero qué coño he hecho con mi vida?
#16 Por desgracia así son un alto porcentaje de las vidas humanas. Hay que intentar a toda costa tener una buena respuesta a esa pregunta.
#7 Por ahora solo quiero llegar a los 80 despues ya veremos
#7 DISFRUTARLOS como si me quedase 1 minuto (Sin el agobio de la mosca claro )
#20 Supongo que eso implica no dormir nunca
Simplemente genial
... pues ver un video que dura 4 minutos, no.
#18 Me he sentido igual. >_>
Scumbag video. Vídeo de qué harías con un minuto de tu vida. Dura 4 minutos.
Mas o menos un minuto;
Pues a mí me ha parecido muy basiquillo...
Michael Reichert ha cumplido una de las tareas.
Intentar no cagarla, al menos durante un minuto
Yo me pondría calzoncillos limpios
Super guapo el video
Sin duda, producir descendientes!
Me recuerda a este antiguo anuncio de Bacardi...
Si supiese que me falta un minuto para morir me haría creyente de golpe.
#4 ¿De qué religión? Si te haces de la equivocada, quizás lo único que consigas es enfurecer a dios
#5 Me haría creyente, en general. Es que no da tiempo a más, y con eso cubro todas las apuestas.
#34 Pero Dios nos hizo seres racionales. ¿Y si fue así porque su deseo era que fuesemos ateos?
Me gusta...
(Parece el pajarito de Twitter)
Me quedaba un minuto de vida y lo he malgastado viendo este vídeo
Yo cogería mi guitarra eléctrica y me pondría a tocar y cantar a todo volumen mi canción favorita sin pensar en los vecinos. Hay que morir haciendo lo que te gusta, cohone!
Me suicidaría !!! No aguanto 60 segundos esperando que baje un fichero, mucho menos para ver llegar a la muerte.
Si me quedara un minuto de vida, intentaría pagar todas las deudas que pudiera, para morir tranquilo.
Fantástico.
Qué chulo!!
#0 Pero no está claro ? Follar...
#27 Iba a decir que con un minuto para poco da, pero bueno, un orgasmo cabe
hacer de mosca cojonera a un político si pudiera
#6 Vale ya de meter los políticos hasta en la sopa hombre.
Me ha gustado el video...son de esos que te sacan una sonrisa.
#11 stasi...cuerpo de policía secreta de la RDA , que se dedicaba a espiar a la mitad de su población y a torturar a quienes no fueran afines al régimen de dicho estado...
bonito nombre
Coger una metralleta y cargarme a todos los políticos, luego que me vayan a buscar...
Rectifico lo del comentario #13 les regalaría chucherias a los políticos y les diria como lo valoran todos los ciudadanos, que están haciendo muy bien todo y que son geniales, que sigan así