Hace 13 años | Por Espleni a jornada.unam.mx
Publicado hace 13 años por Espleni a jornada.unam.mx

Da lo mismo. Sea sobre justicia, deporte, salud, guerra o democracia, se impone un consenso sobre los límites del discurso. Existe una frontera entre lo que se considera lícito y aquello adjetivado fuera de lugar. No importa cuál sea el problema, háblese de lo que se hable, violencia, pobreza, desigualdad, explotación, siempre, el lorito repetidor está en condiciones de emitir un juicio y aportar una la solución. El resultado lo podemos observar en las tertulias, los debates y las relaciones interpersonales.

Comentarios

D

Menéame es un excelente ejemplo de ello

areska

#1 Pues Sálvame, La Noria, el Telediario... ni te cuento

D

Cuando alguien que realmente sabe sobre una materia se atreve a dar su opinión fundada y trabajada durante años, suele ir más allá o mostrar matices críticos que la verborrea fácil no incluye. Y curiosamente la mediocridad critica muchas veces al razonamiento y lo acalla.

En relación al comentario de #1. En menéame hay noticias de contenido muy específico y muy serio, con connotaciones bastante importantes en nuestra vida e incluso en derechos de lo más básicos. Personalmente, desconozco de muchísimos ámbitos. Sobre aquellos de los que algo sé, leer comentarios en menéame es bochornoso (increíble la cantidad de veces que un mismo usuario se contradice, sin darse cuenta, entre comentarios a diferentes noticias). Sobre aquellos en que apenas sé nada, me sorprende la cantidad de expertos que aparecen.

Mejor parecer estúpido y no abrir la boca, que hablar y confirmar todas las dudas.
Lo que realmente me asusta es de dónde proviene tanta consigna que la gente absorbe como esponjas y luego se limita a repetir, incluso cuando van en contra suya. Evidentemente, soy consciente de que sólo soy una mosca más en toda esta mierda. Pero ser consciente de ello ayuda mucho.

Nova6K0

#5 Ya se que no es barrapunto, pero +1 inspirado.

Salu2

Mauro_Nacho

#6 Gran parte de la información que se difunde es pura opinión, hay una gran carga subjetiva. En muchas disciplinas como la economía donde la carga ideológica es muy grande, oyes a un montón de expertos económicos y cada uno dice una cosa. O cuantas veces ocurre que un magistrado representante de un organismo muy importante dice barbaridades más ideológicas que algo razonado y con sentido.
Los medios modernos como los foros permiten interactuar, leer un tema y expresar el punto de vista personal que es realmente enriquecedor.
El opinar y el que hayan esos medios para opinar es tremendamente edificante para el individuo, independientemente de las barbaridades que se digan.
La gran mayoría de los ciudadanos no tenemos la posibilidad de que se nos escuche, somos ignorados por los políticos, somos a fin de cuentas insignificantes. Opinar supone expresar muchas cosas en las que somos marginados como individuos.

D

#7 Estoy entendiendo que un sentimiento de inferioridad hace válido el decir las tonterías que haga falta.

En cuanto al ejemplo de magistrado: no por estar más arriba se es más profesional. Especialmente en España.

Mauro_Nacho

#7 El tema es hablar de todo sin saber nada, en todos los ámbitos acaban diciéndose tonterías. Un ejemplo muy claro es el periodismo, en los artículos de opinión, en los que manda la manipulación maniquea.
Aquel que se calla es el que otorga. La manipulación "de todo para el pueblo pero sin el pueblo".
Muchas veces se llama estúpido y tonto al que pone en evidencia al poder.

D

y si... pero lo que pasa tambien es que si por ahi a alguien le hablas de su especialidad por ahi se siente como "no estoy en el trabajo... hablemos de otra cosa" jaja, pero cuando dejan lugar yo escucho nomas

ELF

Y ayer no se podía?