Se enfrentaron sin armas y en son de paz, en pos de la paz. Iñaki a un lado, Iñaki al otro. Uno García Arrizabalaga y otro Rekarte. Los dos con vidas rotas a los 19 años: uno con un padre asesinado y condenado al odio para sobrevivir, otro con tres asesinatos y condenado al odio para justificar. Parece que uno y otro, por diferentes caminos, se quitaron de esa condena añadida y recuperaron su capacidad para perdonar y perdonarse, para entender. Relacionada Iñaki Rekarte, ex preso de ETA: “A veces la vida te lleva a ser una bala perdida”
Casi voto positivo a este intento de criminalización de Sortu disfrazado de artículo sobre la reconciliación:
Si se atranca uno en la ortodoxia de Hasier Arraiz de considerar que estuvo bien la vía que eligió la izquierda abertzale hace 35 años –básicamente, matar al que piensa diferente e impedir así la construcción de la democracia,
Comentarios
Pobrecillo, le obligaron a matar pero se ha recuperado.
Casi voto positivo a este intento de criminalización de Sortu disfrazado de artículo sobre la reconciliación:
Si se atranca uno en la ortodoxia de Hasier Arraiz de considerar que estuvo bien la vía que eligió la izquierda abertzale hace 35 años –básicamente, matar al que piensa diferente e impedir así la construcción de la democracia,
Pues si hubiera sido mi padre hoy solo quedaria uno, no seria un(a) bala perdida.
¿Habéis visto la película Malditos bastardos?, lastima que solo sea una ficción.