José Castro es un veterano de la carrera judicial aficionado a las motos, un deporte de riesgo que abandonó tras vender la suya al entender que la velocidad conlleva peligros y que ha hecho de su medio de vida una afición, pero sobre todo un servicio a los ciudadanos, con independencia del caso y de las personas implicadas. En sus 34 años como juez no ha concedido ni una entrevista y no realiza declaraciones; y piensa seguir así, aseguran los que conocen a este magistrado que ha tenido que cambiar la moto por a la bici y los paseos.
Comentarios
#6 Estoy de acuerdo. Pero hay que ser realista: hoy en dia ser "legal" no esta exento de riesgo.
No debería ser así, pero lo es.
No parece que tenga mucho afán de protagonismo, como dice ese individuo, martínez pujalte.
¿ Tratamos como valiente al funcionario que cumple medianamente bien con su trabajo ?
Este país está mal, bastante mal.
#3 Dicho así suena mal, pero en este país y en la mayoría hay que tenerlos bien puestos para meterte en según que berenjenales. Recuerdas alFalccioni ese italiano?
#4 Lo que quiero decir es que el resto de los españoles estamos haciendo las cosas mal y deberíamos ponernos al nivel de ese juez.
Es de los pocos que dan la talla.
Lo de asustarse "por lo que pueda pasar" es de cobardes que eluden su responsabilidad.
Y lo peor de todo es que al final muchas veces no pasa nada.
Ha tocado a la mafia. Ya puede ir aprendiendose el callejero argentino, le quedan dos dias en la judicatura.
Juez Falcone, perdon.