Cuando iba al instituto, estaban haciendo una urbanización justo al lado. Un recreo, salimos una compañera de clase, su novio y yo a almorzar. Nosotras íbamos delante, y el chico iba un par de metros más atrás. Al pasar por una de las casas en obras, un obrero le gritó a mi amiga: "¡Rubia, te voy a comer lo que más te gusta!". Ella, sin inmutarse, se giró y le dijo (a voces) a su chico: "Cariño, que dice este señor que te quiere comer la polla". La cara del obrero fue épica, y las risas de sus compañeros más.
Somos seres humanos inteligentes, y os prometo que si os acercáis a nosotras con respeto y un genuino interés por conocernos, os responderemos con igual dosis de respeto y atención.
Ayer iba hacia casa de noche, como estamos en mes de ramadán la calle estaba llena de hombres que caminaban solos o en grupo. Había muchos más hombres que mujeres en la calle. Me di cuenta de que me saltaba la alarma de peligro, desheché el camino que suelo utilizar que pasa por un parque por precaución. Pensé en si esa decisión era paranoica o más bien precaución, decidí que más bien era lo segundo.
Me vi pensándome en adelantar a un grupo numeroso de hombres. Si hubiese sido de día la sensación de alerta no hubiese sido la misma, quizás ni la hubiera tenido. Si hubiesen sido hombres nacionales también hubiera estado presente la posibilidad de que me soltaran alguna frase que me incomodara por su contenido sexual, eso sí que es algo con lo que contar de día o de noche. Pensé en el miedo irracional a lo distinto y en la sensación de peligro/vulnerabilidad asociada a ser mujer frente a un grupo de hombres. Les adelanté y nadie me dijo nada. En este caso fue un miedo irracional.
Más adelante sí que me topé con miradas de hombres solos que te hacen sentir presa, no son miradas de igual a igual. Son miradas desafiantes que destilan agresividad.
Me acordé lo que aprendí en la L1 del metro de Bcn: si rehuyes con miedo la mirada y huelen tu miedo es fácil que te vean como presa, las miradas sean más intimidantes y hasta te sigan hasta casa. Si devuelves la mirada con un ¿qué pasa? en la mayoría de las ocasiones ahí se termina el juego.
Todas estas sensaciones son algo con lo que convivimos a diario la gran mayoría de las mujeres. Un hombre en la misma situación no hubiera enfrentado todos esos pensamientos o sentimientos porque él no suele evitar cruzar un parque de noche o mantenerse a distancia de un grupo de personas por una posibilidad de ser agredido sexualmente, robado quizás si. No tienen que encarar en su vida diaria la alerta necesaria para evitar esas situaciones de agresión sexual.
Es algo que se debería tener en cuenta si se quiere entender porqué molestan tanto esos "piropos". Ciertamente se dan muchas ocasiones en la que respuesta por parte de las mujeres es desproporcionada o excesivamente cortante. No creo que fuera igual si no fuera condición tristemente necesaria, llevar un extra de alerta porque efectivamente existe ese peligro.
Lo que se repite en este articulo es "seguridad" y "dignidad", lanzar un piropo a alguien sin tener en cuenta esas dos cosas, no va a cosenguir el objetivo de que se sienta halagada, más bien al contrario. Y no sólo en situaciones de "cortejo" entre hombres y mujeres, sino en la gran mayoría de aspectos de la vida.
Que un albañil piropee es un clásico. Creo que viene en el contrato.
Lo que no me gusta es la tendencia de un sector en particular de la población, que no se limita a piropear, sino que se acerca babosamente y dice los piropos casi al oido.
No hace falta que colectivo de ciudadanos es, todos lo sabeis, pero como aquí la gente se la coje con papel de fumar, me lo guardo para que no me tachen de racista.
"Somos seres humanos inteligentes, y os prometo que si os acercáis a nosotras con respeto y un genuino interés por conocernos, os responderemos con igual dosis de respeto y atención."
Vale que exista un limite a la hora de piropear, pero si piensas que que te digan guapa es una falta de respeto... Lo recordare la proxima vez que me digan a mi un piropo, mi contestacion va a parecer el culmen del respeto (no solo los hombres piropean a las mujeres)
Comentarios
Cuando iba al instituto, estaban haciendo una urbanización justo al lado. Un recreo, salimos una compañera de clase, su novio y yo a almorzar. Nosotras íbamos delante, y el chico iba un par de metros más atrás. Al pasar por una de las casas en obras, un obrero le gritó a mi amiga: "¡Rubia, te voy a comer lo que más te gusta!". Ella, sin inmutarse, se giró y le dijo (a voces) a su chico: "Cariño, que dice este señor que te quiere comer la polla". La cara del obrero fue épica, y las risas de sus compañeros más.
En un principio pensé que se trataba de mi edad. Probablemente ya no les resulte tan atractiva.
¡Qué coño! es mi lenguaje corporal. Todo ello grita “Don’t mess with me“, grita que ya no soy tan vulnerable.
Er... no, es la primera opción.
Somos seres humanos inteligentes, y os prometo que si os acercáis a nosotras con respeto y un genuino interés por conocernos, os responderemos con igual dosis de respeto y atención.
Joder, lo que me he podido reír con esta frase.
Este apunte es de humor, no?
No?
Ayer iba hacia casa de noche, como estamos en mes de ramadán la calle estaba llena de hombres que caminaban solos o en grupo. Había muchos más hombres que mujeres en la calle. Me di cuenta de que me saltaba la alarma de peligro, desheché el camino que suelo utilizar que pasa por un parque por precaución. Pensé en si esa decisión era paranoica o más bien precaución, decidí que más bien era lo segundo.
Me vi pensándome en adelantar a un grupo numeroso de hombres. Si hubiese sido de día la sensación de alerta no hubiese sido la misma, quizás ni la hubiera tenido. Si hubiesen sido hombres nacionales también hubiera estado presente la posibilidad de que me soltaran alguna frase que me incomodara por su contenido sexual, eso sí que es algo con lo que contar de día o de noche. Pensé en el miedo irracional a lo distinto y en la sensación de peligro/vulnerabilidad asociada a ser mujer frente a un grupo de hombres. Les adelanté y nadie me dijo nada. En este caso fue un miedo irracional.
Más adelante sí que me topé con miradas de hombres solos que te hacen sentir presa, no son miradas de igual a igual. Son miradas desafiantes que destilan agresividad.
Me acordé lo que aprendí en la L1 del metro de Bcn: si rehuyes con miedo la mirada y huelen tu miedo es fácil que te vean como presa, las miradas sean más intimidantes y hasta te sigan hasta casa. Si devuelves la mirada con un ¿qué pasa? en la mayoría de las ocasiones ahí se termina el juego.
Todas estas sensaciones son algo con lo que convivimos a diario la gran mayoría de las mujeres. Un hombre en la misma situación no hubiera enfrentado todos esos pensamientos o sentimientos porque él no suele evitar cruzar un parque de noche o mantenerse a distancia de un grupo de personas por una posibilidad de ser agredido sexualmente, robado quizás si. No tienen que encarar en su vida diaria la alerta necesaria para evitar esas situaciones de agresión sexual.
Es algo que se debería tener en cuenta si se quiere entender porqué molestan tanto esos "piropos". Ciertamente se dan muchas ocasiones en la que respuesta por parte de las mujeres es desproporcionada o excesivamente cortante. No creo que fuera igual si no fuera condición tristemente necesaria, llevar un extra de alerta porque efectivamente existe ese peligro.
Lo que se repite en este articulo es "seguridad" y "dignidad", lanzar un piropo a alguien sin tener en cuenta esas dos cosas, no va a cosenguir el objetivo de que se sienta halagada, más bien al contrario. Y no sólo en situaciones de "cortejo" entre hombres y mujeres, sino en la gran mayoría de aspectos de la vida.
Que un albañil piropee es un clásico. Creo que viene en el contrato.
Lo que no me gusta es la tendencia de un sector en particular de la población, que no se limita a piropear, sino que se acerca babosamente y dice los piropos casi al oido.
No hace falta que colectivo de ciudadanos es, todos lo sabeis, pero como aquí la gente se la coje con papel de fumar, me lo guardo para que no me tachen de racista.
"Somos seres humanos inteligentes, y os prometo que si os acercáis a nosotras con respeto y un genuino interés por conocernos, os responderemos con igual dosis de respeto y atención."
Vale que exista un limite a la hora de piropear, pero si piensas que que te digan guapa es una falta de respeto... Lo recordare la proxima vez que me digan a mi un piropo, mi contestacion va a parecer el culmen del respeto (no solo los hombres piropean a las mujeres)
#2 La realidad es mucho más simple: mientras haya un piropeador feo, habrá ciertas mujeres que se quejen de sus piropos.
Aunque también es cierto que muchos podrían meterse la boca en el culo, porque sólo les sale mierda.
#1 De leer el contenido de los enlaces mejor ni hablamos, ¿no?
#3 ¿Qué enlaces?
a mi hace que no me piropean por la calle...la vida, creo que si me sueltan un piropo le voy a dar un morreo de agradecimiento o algo así
El tiempo transcurre como mucha mayor rapidez de lo que parece y desde que alguien te llama de usted quiere decir que la cagaste para toda la vida.