Otra vez nos llaman a votar. Mientras el paro, la pobreza y la miseria asolan el mundo como una pandemia, todos los partidos, grandes y pequeños, ponen en marcha su campaña para vendernos la fórmula mágica que nos solucionará la vida al módico precio de un voto que engrose sus filas.
Mucha gente irá a hacer uso de ese gesto al que ha quedado relegada su libertad: Un movimiento de mano hacia una urna.
Parece que algunos abstencionistas activos tienen una especie de creencia de que hemos sido expulsados del Edén de la democracia directa, en vez de haber conseguido con esfuerzo el voto partiendo de nada.
Votar el 20 de noviembre significa votar la perpetuación de esta dinámica. Significa votar “Sí” a dejar nuestras vidas en manos de otras personas, “Sí” a la pasividad, “Sí” a la fe en este sistema que cada vez muestra más descaradamente su rostro criminal, votar “Sí” (en definitiva) a la falta de libertad real basada en la presunción de que somos tan incapaces de decidir el rumbo de nuestras propias vidas que preferimos dejarla en otras manos aún a costa de que nos pisoteen, nos roben o nos maten de hambre.
Y votar "sí" también es votar "no": votar "no" a ignorar lo poco que hemos conseguido, votar "no" a dejar nuestro poder en manos de las decisiones otras personas que voten "sí", votar "no" a ignorar una herramienta de participación importante.
pero la gente que vive manipulo-drogada por el gasto hijo putezco de estos berracos de mierda .. carteles por todos lados y públicidad cada media hora en los sucios medios públicos y privados. No nos queda otra que seguir arrastrandonos por el fango que estos cerdos van dejando.
#2 Como fórmula mágica se acerca bastante la de no votar a aquellos partidos con larga tradición de traición, mentira y corrupción.
Pero en un país en el que todos saben mucho de fútbol y nada de política e identifican las elecciones con las quinielas, es probable que debamos soportar las consecuencis de una falta de cultura política que hace grandes a nuestros gobernantes.
Suma a esto la falta de memoria. Un desastre.
Comentarios
Para condena, lo de tener que leer cada cinco minutos a berzas como este.
Yo votaré, claro.
vivimos en una analfabetismo político que nos condena a vivir esta mentira cada 4 años, y mientras ellos a enriquecerse mas y mas
Mucha gente irá a hacer uso de ese gesto al que ha quedado relegada su libertad: Un movimiento de mano hacia una urna.
Parece que algunos abstencionistas activos tienen una especie de creencia de que hemos sido expulsados del Edén de la democracia directa, en vez de haber conseguido con esfuerzo el voto partiendo de nada.
Votar el 20 de noviembre significa votar la perpetuación de esta dinámica. Significa votar “Sí” a dejar nuestras vidas en manos de otras personas, “Sí” a la pasividad, “Sí” a la fe en este sistema que cada vez muestra más descaradamente su rostro criminal, votar “Sí” (en definitiva) a la falta de libertad real basada en la presunción de que somos tan incapaces de decidir el rumbo de nuestras propias vidas que preferimos dejarla en otras manos aún a costa de que nos pisoteen, nos roben o nos maten de hambre.
Y votar "sí" también es votar "no": votar "no" a ignorar lo poco que hemos conseguido, votar "no" a dejar nuestro poder en manos de las decisiones otras personas que voten "sí", votar "no" a ignorar una herramienta de participación importante.
que buen slogannnnnnnnnnn diosssssss.. grandiosooooooooooooo
pero la gente que vive manipulo-drogada por el gasto hijo putezco de estos berracos de mierda .. carteles por todos lados y públicidad cada media hora en los sucios medios públicos y privados. No nos queda otra que seguir arrastrandonos por el fango que estos cerdos van dejando.
#2 Como fórmula mágica se acerca bastante la de no votar a aquellos partidos con larga tradición de traición, mentira y corrupción.
Pero en un país en el que todos saben mucho de fútbol y nada de política e identifican las elecciones con las quinielas, es probable que debamos soportar las consecuencis de una falta de cultura política que hace grandes a nuestros gobernantes.
Suma a esto la falta de memoria. Un desastre.
berzas tu, ignorante político