Hace 10 años | Por --34696-- a andalucesdiario.es
Publicado hace 10 años por --34696-- a andalucesdiario.es

Dos preguntas -¿Quiere que Cataluña sea un estado? ¿Quiere que sea independiente?- y una tormenta política. Así es el balance que ha dejado tras de sí el pacto entre el Gobierno de Artur Mas, ERC, ICV y CUP para celebrar un referéndum sobre la autodeteminación catalana el 9 de noviembre de 2014. La apuesta soberanista avanza y el proceso podría implicar a Andalucía – la financiación autonómica está en el fondo del debate- y a muchos andaluces, comunidad ampliamente representada en Cataluña.

Comentarios

iramosjan

Me ha resultado bastante interesante de leer, pero le falta una pregunta esencial, una pregunta que no va a ser posible ignorar más tiempo "¿Qué vas a hacer si Cataluña al final deja de ser España?"

Porque el que de verdad crea que una hipotética Cataluña independiente iba a tener 7,5 millones de habitantes o vive en un mundo imaginario, y de los más rosas, o querría obligar a unos tres milloncitos de personas como poco a irse a la fuerza (tres millones sería exactamente un 40%) ¿Qué piensan hacer Mas y Junqueras si consiguen su estado y cuando empiezan a repartir su nuevo DNI por ejemplo solo lo quiere la mitad, los otros no se molestan en recogerlo o les dicen directamente que se lo metan donde les quepa, por ejemplo?

Independencia es una palabra muy bonita, pero en el mundo real "el proceso" implica partir Cataluña por la mitad.

Ed_Hunter

#1 Según tu, para no molestar al 40% hay que joder al 60%. Hay que hacer un referéndum para saber el grado real de problema que hay en Cataluña y cuando lo sepamos, actuar en consecuencia para resolverlo de la forma más conveniente para todos.

iramosjan

#2 Me encanta que pongan en mi boca cosas que no he dicho... aunque al menos tú no has intentado hundir una noticia de lo más normalito y 100% civilizada a base de negativos, como han hecho otros.

Lo que yo digo no es que "para no molestar al 40% hay que joder al 60%" (interesante, por cierto, que lo para que unos es simplemente "molestarlos" para otros sea algo más fuerte y sexual como "joderlos"; me pregunto que diría Freud). Lo que yo digo es doble, uno que los catalanes están divididos, muy divididos, sobre este tema y que van a estar igual de divididos el día después de una hipotética consulta que el día antes; y la otra, que quien crea que una secesión, aunque fuera pacífica, es un proceso limpio, bonito y no traumático, está delirando; sería romper comunidades, romper familias, romper amistades y, en una palabra, romper Cataluña en dos mitades.

Y añadiré dos cosas al hilo de tu comentario,

- los impulsores de la consulta no lo hacen precisamente para averiguar "el grado real de problema" y luego "resolverlo de la forma más conveniente para todos". Ya tienen hecho desde siempre su diagnóstico y decidida su solución. O más bien, decidido el veredicto y dictada la sentencia.

- No importa si tienes razón en lo que dices o no. En cualquier caso, un mínimo entre dos y tres millones de catalanes no aceptaría de buen grado que quisieran quitarle la nacionalidad española si se llegara ese punto (que estoy convencido de que no se llegará) Rechazarían la nueva nacionalidad e invocarían su propio "derecho a decidir" para quedarse en España.

ikipol

La creación de un estado independiente catalán puede ser una tabla de salvación para muchos, emigrando al resto de España y dejando la hipoteca sin pagar en Cataluña. Tardarán décadas en establecer convenios internacionales para resolver esos pleitos.

a

Es decir, seria un estado con un 40% de inmigrantes comunitarios... y cabreados y la mayor parte pensarian que les quieren largar de su casa...

Muy feo lo veo.

D

La realidad es que la palabra "federalismo" sólo ha resucitado cuando este "órdago" ya se veía a venir. Que se dejen de fantochadas, España una grande y libre y Cataluña libre, diversa y (como siempre y como me gusta) compleja. España sólo dejará que siga existiendo la "cosita vasca" dando la nota porque "la constitución lo dice" (como siempre, como si fuera cual ley universal) y "con el AVE a Madrid no hace falta poner nada fuera de ahí", y todos tan contentos.

Y en cuanto la gente, la gente es gente. Si se sienten españoles en Cataluña lo pasarán igual de "mal" que un inglés en Cataluña, pero con la diferencia de que su idioma sí será oficial, lo podrán aprender igual que como ahora en la escuelas, podrán votar y serán tan catalanes a pesar de que lo sientan tanto como un pakistaní reciñen llegado. Y no sólo eso, el hecho de que ellos se sientan andaluces se dejará de ver por algunos frikis de "lo puro" como una reacción de anticatalanismo, sino como un sencillo sentimiento de pertinencia a un hogar.