Batallitas de abuelo que no van a ningún lado

Este humilde aporreateclas a veces ha tenido la suerte, la fortuna, la casualidad de trabajar con grandes escritores. Hace años, nos encontramos en Malmö para un trabajo europeo, me encargaba de la adaptación cultural de una serie para que encajaran cosas que se pudieran entender, que tuvieran sentido en España. Tened en cuenta que muchas historias se escriben, se diseñan en las frías regiones escandinavas, danesas o... letonas... Con esto quiero decir que si una serie o película debe atraer, gustar al máximo número de europeos pues a veces (no siempre) hace falta revisar reacciones de personajes, reglas de juego social, costumbres, leyes, etc. Por ejemplo, en España no es posible conseguir un teléfono de prepago sin dar tus datos personales. Ya sé lo que me váis a decir, que todo es posible para los malos, cierto, pero aquí es más complicado lo de los “burner phones”, en general. Así que debía indicarles cómo mejorar el guión para que encajara con las diferentes culturas europeas, las del sur en este caso. Sobre todo cuando paga Europa para toda Europa. Guiño. Guiño. Codazo.

Con este aburrido preámbulo, paso a contar mi experiencia con uno de los guionistas de “The young Pope”, un veterano creador, creativo y muy interesante. Como ya he dicho, nosotros estábamos en ese momento en otro proyecto pero en cuánto supe que él había currado con Sorrentino le pregunté por su experiencia. Como siempre, educado hasta decir basta, me explicó que era complicado porque se cambiaban escenas casi cada día, muchas veces por ideas de decorados, otras por quitar o incluir personajes y sobre todo recuerda una noche trabajando de madrugada hasta el amanecer para tener unos diálogos ajustados y buenos, muertos de sueño, hablar con el director por la mañana y descubrir que dos actores le habían propuesto un cambio que le había encantado al director, el director cambió decorados, grúas, cámaras y se hizo la escena tal y como él la había visto mentalmente. Como muchos directores, a veces, es complicado trabajar con ellos y llevarles textos para su trabajo. Complicado. No es nada raro. La escena en cuestión (si no recuerdo mal) era una en un taxi donde dos arzobispos u obispos hablaban y discutían sobre el nuevo Papa. Una escena preciosa y que no fue escrita por los guionistas, pero que hizo que los escritores trabajaran muchísimo. Al menos, todos están en los créditos de la serie, menos mal. No siempre pasa. Ahora mismo hay dos series en marcha donde no figuro, me pagan más, pero a cambio de no figurar en los créditos, cosas de la vida. Sólo espero que funcionen y les guste a la gente. Anonimato pagado. Bueno. No pasa nada. 

No trabajé en esa serie que me encanta (Young Pope), ya me habría gustado, pero sí colaboré con ese guionista senior y del que aprendí muchas cosas. Parecerá raro, pero no lo es. Calma. Serenidad. Buenos alimentos. Y siempre, siempre, siempre, respetar a los actores, a los de verdad. Él, formado en el teatro londinense, sabía distinguir a la legua a unos y a otros.

Batallitas de abuelo que no van a ningún lado. A ningún lado.