La sola lógica de la economía de mercado, que ha conducido, por ejemplo, a la concentración bancaria y al debilitamiento de la concurrencia competitiva, se convierte en un obstáculo para la propia libertad de empresa. Es legalmente posible y socioeconómicamente deseable la existencia de una banca pública sin ánimo de lucro, y con la obligación de destinar sus beneficios (si los hubiere) a planes de desarrollo económico.
|
etiquetas: banca , capitalismo , estado