El invierno termina en Australia este lunes 31 de agosto. Con medio año de adelanto, en el hemisferio sur han vivido ya lo que en la otra cara del mundo se espera para dentro de tres meses. La coexistencia del COVID-19 con la epidemia más habitual, la de la gripe estacional. Y lo que dejan sus datos resulta esperanzador: entre enero y mitad de agosto, los laboratorios han registrado 36 muertes por gripe, menos del 10% de las 430 registradas el año anterior. Bajadas similares se han producido en otros países del hemisferio sur
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