Después de vender mi empresa a una gran consultora, lo que viví no fue sólo una transición profesional. Fue una montaña rusa emocional marcada por inseguridades, noches sin dormir y la incómoda sensación de no reconocer mi nuevo yo. En este artículo comparto mi experiencia personal y cómo, paso a paso, logré encontrar mi espacio, delegar responsabilidad y reconectar con ese propósito que me define como fundador. Una guía honesta para emprendedores que se enfrentan a la integración post-exit.
|
etiquetas: liderazgo , estrategia , vender , consultoría , síndrome-del-impostor
Ahora soy rico aunque vivo modestamente. Tengo mucho tiempo eso si.
Cero síndromes… eso si agradecido a empleados y mis socios y a mi mujer que tiro del carro cuando yo me he pasado fuera de casa el 80% de las noches.
La conciencia bien tranquila.
www.youtube.com/watch?v=RUpui_-_S-E #imposter Jim Carrey - Imposter
Yo hice lo mismo hará un par de años pero solo aparezco si hay un tema gordo de Internet o que me llamen para resolver un marrón, cobrando por supuesto.
Pero vender y seguir allí no me entra en la cabeza. He desarrollado mucha tecnología propia y no podría soportar que alguien me diera ordenes o ver como se cargan muchas de las cosas que he ideado.
Se ve que le debieron obligar a venderla
Se lleva una pasta y lo escribe como lloriqueando