#41 Que va, ninguno. Por ejemplo un asesino puede seguir matando y tal, no tiene ningun recorrido encausarlo por segunda vez. Claramente la audiencia de Granada no sabe de derecho
Me puedo equivocar, pero ¿este medio no defiende el capitalismo y la monarquía? Porque si lo hace, que no se queje de la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo.
Además, quejarse de la precariedad y la pobreza es aporofobia, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, y del capitalismo y la monarquía, porque al implicar indirectamente que la pobreza o la precariedad son cosas malas o negativas de manera objetiva (es decir, para todo el mundo), está también implicando indirectamente que no está bien hacer nacer a los hijos en la pobreza o la precariedad, lo cual es aporofobia, y por tanto está tomando por malvadas o tontas, y está dejando en mal lugar, a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza, la precariedad y la desigualdad inmerecidas son circunstancias tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a… » ver todo el comentario
#19 No. Tú no. Son esos otros tipos. Hace menos de un mes anduve por Alicante. Una mañana que iba hacia la playa, me cruce con una pareja de musulmanes. Él iba con su bañador por encima de la rodilla, camiseta de algodón y chanclas. La mujer llevaba uno de esos trajes de baño que parece un neopreno hasta la cabeza y por encima unos pañuelos de colores. Solo con verla bajo ese sol de mediodía y la cara chorreando sudor, me entraron ganas de meter al tipo en un bidón de plástico y dejarlo encerrado. Eso sí, no se privaba de comerse con la vista al resto de ´perras infieles´.
Además, quejarse de la precariedad y la pobreza es aporofobia, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, y del capitalismo y la monarquía, porque al implicar indirectamente que la pobreza o la precariedad son cosas malas o negativas de manera objetiva (es decir, para todo el mundo), está también implicando indirectamente que no está bien hacer nacer a los hijos en la pobreza o la precariedad, lo cual es aporofobia, y por tanto está tomando por malvadas o tontas, y está dejando en mal lugar, a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza, la precariedad y la desigualdad inmerecidas son circunstancias tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a… » ver todo el comentario