Señora Alegría, los insultos son algo extremadamente relativo. A mí, personalmente, me merecen mucho más respeto las prostitutas que usted, ya que suelen desempeñar su trabajo honestamente y causar muchos menos problemas a la sociedad que usted y los de su calaña.
Si yo estuviese en su lugar, aceptaría ese supuesto insulto más bien como un halago.
Yo a veces también quiero ser un pato pero no puedo. Otras quiero ser un asesino pero igual termino en la cárcel porque la sociedad no me acepta. Si naciste con un pene pues que quieres que te diga. ¿Y quién no quiere ser millonario?, habrá que tirarse por la ventana ...
Si yo estuviese en su lugar, aceptaría ese supuesto insulto más bien como un halago.