En medio de la sensación de decadencia irreversible en la que vive Europa, confirmada por la penosa foto de los líderes continentales sentados cabizbajos en el despacho del director Trump, se va colando en las noticias el plan con el que Francia pretende atajar una crisis profunda que obligará al Gobierno a recortar 44.000 millones de euros. De toda la lista prevista, incluida la eliminación de 3.000 empleos públicos, la medida más llamativa se refiere a la supresión de dos días festivos.