La intensa secuencia se filmó en los Estudios Cinecittà, en un enorme estadio de 7 hectáreas, el set de rodaje más grande de su época. Para crear la pista, se importaron grandes cantidades de arena blanca de México. La superficie debía ser resistente para soportar los carros y lisa para proteger a los caballos, que la atravesarían repetidamente durante los entrenamientos y el rodaje. Se construyeron un total de 18 carros de estilo romano para la producción, y Heston y su coprotagonista Stephen Boyd recibieron la mitad cada uno.