La práctica se mantuvo durante décadas y muchas pacientes nunca fueron informadas sobre lo que se les había colocado. Algunas lo descubrieron años después, cuando surgieron complicaciones de salud. Algunas mujeres quedaron infértiles de por vida. El caso es ampliamente conocido como el “Caso Espiral”, por la forma de los dispositivos intrauterinos utilizados, y ha permanecido como un símbolo doloroso de lo que los groenlandeses consideran generaciones de maltrato por parte de los daneses.
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Si los groenlandeses caen en las garras de los yankees, lo de los daneses les va a parecer un jardín de infancia.
Cosas de los cristianos democratas y su ultraderecha.