Paul Boggie admite que los años de adicción a la heroína lo llevaron a perder las ganas de vivir. Pero tras hacer un cambio radical, se unió al ejército y terminó cuidando el Palacio de Buckingham como parte de los Guardias Escoceses, una división del ejército encargada de la protección de las residencias reales. Paul empezó a fumar heroína a los 18 años en Craigentinny, un suburbio de Edimburgo, donde vivía. Recuerda que estaba molesto luego de haber peleado con sus amigos, así que cuando uno de ellos le ofreció consumir droga, accedió.
Comentarios
Ya sabéis muchachos, la droga ni tocarla que podéis acabar de cabeza en el ejército.
#3
O en el clero.
#6 Ufff, aún peor.
#6 O de guardia real, que es una mezcla de los dos
#3 Ciertamente no se puede decir que haya mejorado
Uno se pelea con sus amigos y para superarlo se pone a fumar heroína.Así ,sin término medio,de tranqui,como quien se pide chocolate con churros pero en plan malote.
Cuesta abajo y sin frenos.
¿Haciéndote amigo de algún miembro de la familia real que comparta la afición?
#1 las familias reales ni se drogan, ni trincan, ni fornician a cascoporro, solo sonríen, saludan moviendo la mano, y salvan al país en momentos críticos
Lo pondran de patas en la calle. Como para dejar tu seguridad en manos de un yonqui.
Pobre muchacho, mandar su vida al carajo llegando a extremos como ese. y todo por dejar la heroina...