Hace 15 años | Por rprofe a lavanguardia.es
Publicado hace 15 años por rprofe a lavanguardia.es

"Hay un porcentaje de alumnos que no quieren estudiar y, como se aburren, se dedican a entorpecer sistemáticamente la labor del profesorado. No es un porcentaje mayoritario pero sí suficiente para dar al traste con todo el esfuerzo del equipo docente. A estos alumnos conflictivos dedicamos una gran parte de nuestro esfuerzo en balde. Llevo años en la enseñanza y no he conocido aún ningún alumno con este perfil del que, al final de la etapa, hayamos podido celebrar su integración y su cambio de actitud respecto al estudio. (...)"

Comentarios

D

El problema es éste:

"abundancia de políticos y psicopedagogos de despacho que, por lo visto, nunca han pisado un aula como docentes."

Es muy fácil teorizar sobre cómo todo el mundo puede estudiar a todos los niveles ... no, señores. Hay quien no quiere o no puede. Y mantenerlo en clase sólo estorba (en el mejor de los casos).

Ideas felices de esos psicopedagogos son los que han dejado el sistema educativo español a la altura del betún.

glomayol

Me quedo con la última frase del artículo:

"Ahora pregunto yo, ¿quién va a evaluar a las cabezas pensantes del Departament d´Educació? "

Me permito sugerir la respuesta... NADIE, como hace decenas de años, años perdidos con una educación mediocre, politizada y anodina. Esto es lo que hay.

jcomesana

Bueno, yo no sé ahora, pero cuando yo estudiaba, no se buscaba integrar al alumno conflictivo, se le intentaba expulsar... ¡y a otro con el muerto! Se le acusaba sin pruebas y se falseaban otras, se le sometía a un control sistemático mayor que al resto de los alumnos para poder aprovechar la más leve falta...

g

Más alto puede decirse, pero mas claro, es dificil.

argonath

Toda la razón. Una de las pocas motivaciones que se pueden "dar" a aquellos alumnos que no desean terminar sus estudios obligatorios es que, al salir al mercado laboral en busca de trabajo, no puedan acceder al puesto por no tener ni la ESO. Entonces quizá piensen, por sí mismos, que deberían hacer un esfuerzo para obtener el título. Y si no, que no aspiren a tener trabajos de lujo.