Joshua McQuoid, un niño de 12 años de Napier (Nueva Zelanda), estaba jugando en el agua cuando la fuerte resaca de una ola lo arrastró mar adentro. Su amigo, Hikiroa Ratapu, dio la alarma, pero la corriente era tan fuerte que la ola derribó también a sus rescatadores, un grupo encabezado por un turista alemán y dos policías.
Comentarios
Fue buena idea lo de la cadena, con lo bravo que estaba el mar si se tiraba uno solo a por él se los hubiera llevado a los dos.
Como acto solidario es estupendo, pero la cadena en sí no tenía ninguna efectividad.
Esa cadena humana es un desastre...
Hay momentos en los que está dividida en 3 o 7 partes, y gente sujetando a la nada