Hace 15 años | Por pawol a elmundo.es
Publicado hace 15 años por pawol a elmundo.es

A Jose L. S. le costará olvidar el verano de 2008. Lo que había planeado como unas vacaciones idílicas con su pareja y los hijos de ambos en la playa se truncó en un duro y complicado capítulo de malos tratos. A priori, el caso podría ser uno más de los que engrosan las estadísticas. La diferencia: agresor y víctima son personas del mismo sexo.

Comentarios

p

Parece como si nadie se librara de esta lacra de los maltratadores

p

lo siento, no la había visto