#1 Ya es casualidad que cada vez que hay algo legitimamente criticable que hace este gobierno aparezcan sus humoristas satelites a convertirlo en una broma para desactivar dicha critica y convertir al ciudadano en el objeto del chiste
Pues hagamos lo mismo, cobremos también el triple de impuestos a los que viven aquí del Reino Unido y un IVA especial de 70% para todas sus compras... vamos por putear puteamos todos... (a bueno que esos precios ya lo hacemos cuando les servimos sangría por 20€)
Esto son cuatro amigos que iban recorriendo España en un Peugeot, tres están en la cárcel por ladrones y el otro es una bellísima persona que no sospechaba nada de ellos.
#1 "Confiesa que él repartía el dinero de los donantes entre inmigrantes para que lo ingresaran en pequeñas cantidades" Te quedas en el dedo y te estan marcando la Luna. Pitufeo como el que hacian los ladrones del PP, pero todo son excusas y explicaciones cuando son mios los que lo hacen...
#1 Para poder afirmar o negar eso tendría que existir una base de estadística por pais de origen. El Gobierno se niega a hacerlo porque dice que eso sería racista
No desmonta nada con perdon. He entrado a leerlo y me esperaba una lista de supuestas falacías y datos duros que las desmontasen. Solo hay una colección de lemas manidos y mucha ideologia. Estoy seguro que en el feminismo hay personas que pueden rebartir los argumentos desde posiciones racionales. Este tema solamente puede abordarse desde la fria estadistica.
Rodaba el Peugeot, trío andariego,
Sánchez, Cerdán y Ábalos, figurones,
buscando entre penumbras y rincones
whiskerías donde ahogar su rudo ego.
Cerdán guardaba sobres —sin talego—
mas llenos de torcidos renglones,
cartas sin sello, notas sin blasones
que el viento hurta al bolsillo como un fuego.
Sánchez marcaba el rumbo en voz sonora;
«A la sauna sin tardanza», a deshora
gruñía Ábalos, harto del camino,
jurando que otra copa le mejora.
Mas Sánchez, ya señor del desconcierto,
miró a ambos y sentenció sin aspaviento:
«Seguid sin mí… que ni de vosotros me acuerdo».
Pero el titular así es mas llamativo.
Es que manda huevos lo tuyo también.
Por ejemplo, a mí, me pueden comer la polla.
Sánchez, Cerdán y Ábalos, figurones,
buscando entre penumbras y rincones
whiskerías donde ahogar su rudo ego.
Cerdán guardaba sobres —sin talego—
mas llenos de torcidos renglones,
cartas sin sello, notas sin blasones
que el viento hurta al bolsillo como un fuego.
Sánchez marcaba el rumbo en voz sonora;
«A la sauna sin tardanza», a deshora
gruñía Ábalos, harto del camino,
jurando que otra copa le mejora.
Mas Sánchez, ya señor del desconcierto,
miró a ambos y sentenció sin aspaviento:
«Seguid sin mí… que ni de vosotros me acuerdo».