Los ejemplares afectados formaban parte de una histórica pantalla vegetal documentada en fotografías aéreas de los años treinta, anteriores a la Guerra Civil. Este tipo de plantación, habitual en los jardines históricos, se diseñaba para proteger paredes, ocultar vistas indeseadas y dar intimidad. Su rehabilitación, a comienzos del siglo XX, corrió a cargo de Juan Gras y Prats, quien trabajó no solo en la Casa de Campo, sino en otros jardines como los Reales Alcázares de Sevilla, los jardines del Palacio de la Magdalena de Santander o la Fuente