#98#160 A mi juicio es una prevención bastante ideológizada ¿cuántas muertes se han reducido con todas esas medidas? La cifras siguen estando estables con una disminución que discutiblemente es tal debido a que entra dentro de su propia varianza.
La mayoría de la prevención es que los hombres son muy malos y hay que decirles de no matar. No hables de que si tienes una discusión acalorada ninguno de los dos debería continuar dicha discusión, porque lo mismo es culpar a la víctima.
De hecho algo curioso, es que si inviertes los géneros en el caso de Juana Rivas, el hombre sigue siendo el malo haga el papel que haga. No tiene sentido.
#80#61 Solo diré que cuando disminuyen los delitos violentos en general, lo normal es que disminuya en todos los tipos. De hecho, se suele decir que si la LIVG ha reducido las muertes, pero no es verdad, por una parte porque los datos no permiten afirmarlo, y por otra parte incluso si consideras que hay una tendencia a la baja la hay en todos los delitos violentos.
Personalmente, sí diría que seguramente un enfoque más general afectaría a todos los delitos. Al menos por un tema de percepción de la justicia y eficacia, si denuncias por una tontería como si es un hurto o ruidos vecinales, y no te hacen ni puto caso, pues lo mismo tampoco denuncias por algo más grave. Tampoco ayuda mucho que los juicios tarden años, al final la gente aprende a solucionar las cosas por su cuenta.
#98 Veo que confías toda la lucha contra la violencia al castigo, y no a la prevención.
Eso es tan absurdo y tan ineficaz como pensar que la medicina solo lucha contra las enfermedades desde la cura y no desde la prevención. Con este ejemplo, ¿no lo ves claro?
La prevención es lo más importante. Y para hacer una buena prevención hay que entender las causas. Y las causas de los distintos tipos de violencia son totalmente diferentes.
Con lo que estás diciendo, está clarísimo que lo que menos te importa son las víctimas, porque estás negando: 1) la prevención de la violencia; y 2) la asistencia a esas víctimas tras la violencia que han sufrido.
Si no entiendes esto, no hace falta seguir con la discusión.
#61 Claro, es lo mismo el tipo que mata a su mujer por celos, que el que roba un chalet para llevarse una tele, que el sicario que mata a un camello por un tema de drogas.
Mismas causas
#253 Pues eso, hay socialismo y no somos pobres. Las políticas socialistas funcionan, aunque estoy de acuerdo que con cabeza. Lo ideal es combinar unas medidas con otras.
No es deuda si se hace bien y se paga con impuestos. Si no se puede pagar así no se puede aplicar, en eso también estoy de acuerdo.
#40 no quieras saber lo que pague yo por un piso, no me compraba una plaza de garaje en Vitoria...
Por cierto, la cerveza 3 euros en una zona "turística", a los del pueblo en el mismo bar 2,5 (si, son muy de tener dos tarifas)
#195 Si es tan voz populi supongo que no tendrías problemas en la reclamación que pusiste. Ni hace falta remarcar que todas eran mujeres, si tienes miedo a que te llamen antifeminista. Fue una discriminación en la que a algunas personas se les regaló la plaza a dedo. Y además, de forma flagrante y abiertamente.
#21 En realidad en las guerras morían más civiles que soldados. Porque s los soldados hay que alimentarlos y los civiles se buscan la vida.
Después tienes que cuando se tomaba una ciudad daba igual hombre o mujer.
#6 Tu “argumento”, de hecho, es bastante absurdo y machista. Para empezar, ¿por qué asumes que habrían de pagar menos a una mujer por realizar el mismo trabajo que un hombre? Pero, precisamente, si el criterio es meramente económico y las mujeres tienen las mismas habilidades que los hombres, ¿qué explicación nos das al hecho de que en algunos sectores laborales la mujer esté infrarepresentada?
#6 Asumes que todo el mundo toma el 100% de sus decisiones de manera racional, algo que se ha demostrado sobradamente falso, pero que los seguidores de las teorías de libre mercado siguen insistiendo en creer.
Lo habitual es tomar decisiones utilizando sesgos cognitivos y prejuicios y luego intentar racionalizarlos y no porque uno quiera hacer las cosas de esa manera, se trata de un mecanismo automático. En la toma de decisiones entran en juego el clima, el contexto emocional, si una persona es atractiva o no, las primeras impresiones, las anécdotas del pasado con las que se pueda identificar la persona a contratar y un largo etcétera. Normalmente un buen profesional es consciente de la existencia de dichos sesgos e intenta tomar sus decisiones metódicamente, pero la gran mayoría de empleadores no suelen hacer eso.