#84La juventud de hoy ama el lujo. Es mal educada, desprecia la autoridad, no respeta a sus mayores, y chismea mientras debería trabajar. Los jóvenes ya no se ponen de pie cuando los mayores entran al cuarto. Contradicen a sus padres, fanfarronean en la sociedad, devoran en la mesa los postres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros
A mí me aburre un poco la superioridad moral de algunas personas que no se tatúan, yo no lo hago y no lo presumo por ahí como si eso me hiciera mejor que otras personas...
#121: Alguno no se haría un tatuaje cuando era joven, y su forma de no reconocer que se arrepienten de no hacérselo es pensar que son mejores que otras personas por eso, por no hacérselo.
#275 si quieres, puedes entender lo que digo. Si te bautizas, computas como cristiano hasta que apostates. Lo cual hace que la Iglesia cuente contigo y reciba dinero gracias a ello.
Claro que no eres cristiano si no crees, pero mientras estés bautizado contarás como tal.
#164#99 Es que el término lleva a engaño. Leed #48 .
Por ley un porcentaje del sueldo es fijo desde el empleador, y el resto variable desde el cliente. Así que en realidad (supongo que varía según los estados) es literalmente una parte del sueldo.
Si vas con el concepto errado como vosotros (y que yo mismo tenía hasta hace no mucho) indigna poner "de más". Si ya sabes cómo es, sólo molesta mucho no tener un precio claro desde el printipcio, y lo que indigna es que los camareros tengan esa situación.
Eso en hostelería. En otros sectores no tengo constancia de que sea igual, pero si no es pueden estar estirando esa cultura del mismo modo que se describe en este artículo para rascar más pasta para unos y menos para otros.
#249 Ahora mismo no son baratos, pero ya asoman modelos razonables. Y no hay duda de que queda mucho desarrollo tecnológico que va a hacer que sean más baratos y que superen en todo a los de combustión, que quedarán como locomotoras a vapor.
Podemos cerrar los ojos, taparnos los oídos y fingir que no sabemos nada o podemos ver qué podemos hacer para ser parte de ese cambio o acabar siendo simplemente consumidores, como nos ha pasado con los smartphones.