El respeto a las personas mayores es fundamental, por eso está bien que a la obsesión del juez Peinado con Begoña Gómez la llamemos investigación judicial. No cuesta trabajo seguirle la corriente al pobre hombre. El magistrado, de 70 años, ha dado por inaugurado el año judicial solicitando ahora hurgar en los correos electrónicos de la mujer del presidente. Nadie sabe exactamente qué busca. Él tampoco, pero es lo de menos. El registro de la correspondencia privada de Begoña Gómez nos acerca al objetivo final, que no es otro que visitar otra vez