Mientras tanto, Anabel recordaba junto al hospital sevillano que tuvo que someterse a una mastectomía “provocada por un fallo en los cribados”, después de pasar “un año esperando y viviendo con un cáncer sin saberlo”. “La vida de las personas es lo más importante, no puede ser más importante un libro”, ha reprochado, insistiendo en que “hay compañeras que están esperando cirugías, pruebas, resonancias, biopsias e incluso quimioterapia”. Entre ellas se encuentra María Fernández, de 61 años y también socia de Amama. Se hizo la mamografía que...