(...) Los países de genealogía protestante no han mostrado ningún interés en anteponer la vida de sus ciudadanos frente a los valores del dinero, las finanzas y el mercado. Así son los "amigos del comercio", amigo Antonio [Escohotado]. Se vive para trabajar, no se trabaja para vivir, en esta frase se resume todo. La impresión que ha transmitido, francamente sin disimulo, alguna autoridad suprema de la política británica, ha sido inequivocamente que la vida de Inglaterra es más importante que la vida de los …