El juicio se celebraba en la Audiencia Provincial de Zaragoza y la Fiscalía pedía inicialmente doce años de cárcel para el hombre. La víctima habló durante la fase de instrucción de una convivencia de espanto, con quemaduras con cigarrillos por distintas partes del cuerpo, puñetazos e incluso empujones por las escaleras. Uno episodios de violencia de género aparentemente tan graves se despacharon en apenas quince minutos, los que precisaron las acusaciones y la defensa para alcanzar un acuerdo que ha reducido la condena a un mínimo castigo.
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etiquetas: violencia , machismo , justicia
Lo digo por si alguien va a venir a insultar a Irene Montero y prefiere ahorrarse la gilipollez.
En casos de abusos de pareja, la víctima suele, por desgracia, mantener algún tipo de vínculo afectivo con el agresor, algo que por otra parte es lógico o la persona habría salido antes corriendo.
Por eso, debe participar un ministerio fiscal bien formado en cuestiones de género o te encuentras con procesos en los que la propia víctima sirve la coartada y el fiscal la rúbrica...como parece que aquí ocurrió.
Me lo ha dicho un influencer que tiene millones de seguidores y al que veo 4 horas al día en bucle, más otras 2 o 3 en sus directos.