Los negocios han tenido que cerrar en plena temporada alta y esta circunstancia ha dejado a un centenar de empleados en la calle, entre ellos una decena de contratados fijos, vecinos del pueblo. En junio se suicidó la mujer del propietario, mientras que él lo intentó a finales de julio, resultó herido, y acabó muriendo el día 20 de agosto, habiendo sido director general de la cadena de calzado Castañer y de la compañía de bolsos y accesorios Misako, y director operativo de Stradivarius.
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