Hay una religión que está en horas bajas y en vez de aprovechar y retirarla del todo (o dejar que se extinga por inercia propia) vamos a dejar que entre otra que nos va a costar eliminar. Pero, como dicen por ahí arriba, toma dos tazas...
Y cuando sean muchos y tengan un partido político propio, pedirán la sharía.
Pero el PSOE piensa que los musulmanes que llegan a España van a votar a un partido que apoya el matrimonio gay, el aborto y el feminismo, porque... patatas, tal vez?
Definitivamente: porque patatas.
Triste noticia… si nos parecia mal la religión Católica en las escuelas, nos vamos a cagar con esa religión que reparte tanta paz e igualdad, sobre todo entre las mujeres y homosexuales.
Han abierto la puerta y a la larga habrá mucho arrepentimiento… todo por no prohibir cualquier religión en centros publicos y concertados.
Con independencia de que nos guste o no. Legalmente hablando tienen razon.
Aqui el art. 27. 3 de la Constitución española.
Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
#5 Donde pone que tenga que ser en la escuela? En su casa o en el chiringuito que sea que reciban lo que quieran, tanto unos como otros. Lo pregunto desde el desconocimiento.
Hay una religión que está en horas bajas y en vez de aprovechar y retirarla del todo (o dejar que se extinga por inercia propia) vamos a dejar que entre otra que nos va a costar eliminar. Pero, como dicen por ahí arriba, toma dos tazas...
No sería la primera vez que le prende fuego.
Pero el PSOE piensa que los musulmanes que llegan a España van a votar a un partido que apoya el matrimonio gay, el aborto y el feminismo, porque... patatas, tal vez?
Definitivamente: porque patatas.
El que quiera religion en su casa o en la iglesia y que se sustente de su propio bolsillo.
Españistan!
Han abierto la puerta y a la larga habrá mucho arrepentimiento… todo por no prohibir cualquier religión en centros publicos y concertados.
Aqui el art. 27. 3 de la Constitución española.
Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.