Un letrero de neón en el interior del café Das Hoven, en un barrio de moda de Berlín, proclama con orgullo "QUEER AND FRIENDS" ("Queer y amigos"). El propietario del negocio, Danjel Zarte, contó que hay 45 investigaciones penales pendientes relacionadas con el café en el último año y medio, que van desde ataques verbales y físicos a clientes y trabajadores, hasta ventanas rotas o cubiertas de heces y grafitis de esvásticas. Una persona incluso se paró fuera del local con un arma. "Un acto de terrorismo", afirmó Zarte. "A veces tengo ataques”