El cambio a exigir una prueba financiera fue un shock para muchos, pero no algo totalmente nuevo. Los viajeros pueden demostrar los 2.000 dólares con un extracto bancario o de tarjeta de crédito, junto con una prueba de ingresos. No es un requisito habitual para viajar, pero varios países se reservan el derecho de denegar la entrada a quienes no puedan demostrar que disponen de fondos.
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