#1 Bueno. Si quieres te envío por privado el final y así... pues... deja de ser una tortura la lectura. El tempo ya lo marqué desde el principio, y no hay ninguna sección para tochos largos. Por eso uso trozos por entregas, en plan culebrón pero con un asesinato por en medio. Me interesaba explorar la visión del asesino, huyendo de los tópicos (dentro de lo posible)... Voy a ver si se puede crear una sección de relatos largos, muy largos.
La persona que decide (en una relación cerrada, se entiende) irse con otras personas lo hace de forma consciente y meditada. El cuento de "estaba borracho, no sabía lo que hacía" es una de las excusas más pobres que una persona con poca autoestima puede utilizar para justificarse porque no es algo que ocurra de forma espontánea; acostarse con otra persona implica mínimo haber dado con otra persona que quiera hacerlo, cometer la acción física que corresponda y finalmente, una que no suele ocurrir estando en ese estado: no contarlo.
Las tres etapas suponen decidir que quieres engañar a la otra persona por el motivo que cada uno considere: alimentar una fantasía, equilibrar una situación que considere injusta, sentir una "libertad" de la que no disfruta...da igual. Pero ha elegido. Y como elección que es, tiene unas consecuencias que tiene que asumir, que suele ser el rechazo de la otra persona.
Así que un o una infiel sólo está eligiendo un rumbo específico para su relación. No son víctimas de nada, son origen de un futuro problema. Cero empatía con esas personas.