Francisco de Orellana se embarcó hacia América cuando era aún adolescente, llegando a la actual Nicaragua alrededor de 1527. Pronto se trasladó a Perú, donde se unió al ejército de Pizarro y participó en el asedio de Cuzco en 1536. Luego, en 1538, formó parte de la batalla de Las Salinas contra Diego de Almagro, y obtuvo el título de “Teniente de Gobernador” de la provincia de la Culata, en la cuenca del Guayas (Ecuador).