Alberto Alfaro pidió «la custodia compartida a través de una demanda» y, posteriormente, una querella de su expareja por un presunto delito de violencia de género le alejó más de la pequeña. Son alrededor de ocho meses sin ver a su hija de dos años y Alberto Alfaro indica para La Tribuna que «el daño ya está hecho, es irreparable. Me estoy perdiendo muchas experiencias y eso no me lo va a devolver nadie, pero lo que no quiero es perder más tiempo sin estar con mi hija».