l mismo tiempo que la opción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el Premio Nobel de la Paz se diluye como un azucarillo en agua tras sus polémicas últimas decisiones de apoyo inquebrantable a la política genocida del estado de Israel en la Franja de Gaza con el pueblo palestino, es el presidente del Gobierno de España, el socialista Pedro Sánchez, el que comienza a posicionarse en una inmejorable casilla de partida para optar con un notable bagaje de méritos al premio que ya ganaron otros líderes mundiales como Nelson Mandela,