Este fin de semana compré, en un rastro callejero, un viejo ordenador portátil. Supuse que, como viene siendo habitual, encontraría algo de información privada, alguna foto, algún documento, lo típico. Pues esta vez no, lo que había es una cantidad inmensa de información, tanto personal como empresarial, aproximadamente 15 Gb en total. Fotos personales en abundancia, albaranes y facturas de una empresa, números de cuenta, datos de contacto de todo tipo y documentación empresarial muy detallada. Lo único que …