“Mira, me cago en Dios. No hombre, no”. Con estas palabras se ha expresado Ozzy Osbourne esta mañana, unas horas después de fallecer, al aparecer en el cielo y no en el infierno, tal y como él esperaba tras una vida dedicada a difundir la palabra de Satán, a las tinieblas y al Mal en mayúsculas. Según fuentes del paraíso, el líder de Black Sabbath ha pasado unos minutos preguntando por los demonios, los lagos de fuego y su señor, Satán, y al entender que no se encontraba en el infierno sino en el paraíso ha exigido explicaciones...