En zonas marinas poco profundas, como puertos, donde sedimentos carecen de oxígeno y son ricos en materia orgánica, forman metano. A altos niveles de producción, puede filtrarse o burbujear en el agua. Si pasa un barco, cambia la presión del fondo y libera burbujas. Y con la mezcla producida en la estela de barcos, puede ascender rápido y escapar a la atmósfera: midieron concentraciones de metano 20 veces mayores en la ruta de navegación que en zonas cercanas no perturbadas.
- Paper (abierto):
www.nature.com/articles/s43247-025-02344-8