el príncipe de los filósofos tuvo por lengua materna algún dialecto antiguo de nuestro idioma (...) se educaba entre hispanoparlantes y en 1656, con apenas veinticuatro años, daba a conocer su primer escrito ¡en nuestro idioma! Pero allí sí nuestra desgracia sería doble y definitiva: El texto de marras era una breve Apología para justificar una ruptura con la Sinagoga que sellaba su ruptura con la colectividad sefardí hispanoparlante de Amsterdam (...) las cartas reproducen la disputa entre entre un filósofo republicano y un teólogo orangista