Es difícil imaginar cómo sería el cine de ciencia ficción sin la existencia de '2001: Una odisea en el espacio'. Cuando Stanley Kubrick la estrenó en 1968, no solo nos dejó un filme fascinante, sino que creó un fenómeno que cambiaría para siempre la forma de contar historias en el género. Su enfoque radical, su manera de combinar imágenes hipnóticas, su silencio imperante y su manera de reflexionar sobre la humanidad y el universo, abrió un camino nuevo que sigue siendo inspiración para muchos cineastas y espectadores.
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No es que esté mal contada. Estaría mal contada si la intención del director fuera que tu te enterases bien de que va la película, pero es que esa no es su intención. La película busca ser críptica y difícil de entender a la primera de forma consciente. Al moverse en todo momento entre la línea de religión, creo que Kubrick decidió usar un lenguaje metafórico y ambiguo, propio de las religiones y… » ver todo el comentario
Anda, dinos las 2 primeras!
El de la Luna si es un centinela. Y el de Júpiter es un portal que después convierte a Bowman en el siguiente paso evolutivo.
Puede ser el mismo, puede no serlo. El de Júpiter se supone que es mucho más grandez aunque podría cambiar de tamaño.
En todo caso, la NASA no se inspiró demasiado rápido en general, porque en 2001 no estaban enviando hombres criogenados a Júpiter.
Y tampoco hace daño leer el resto de libros...
Entradilla fusilada de ahí.